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Ventajas y características de los pisos flotantes
Pisos florantes: característivas, ventajas y diferencias con los de otros materiales
Los pisos flotantes son uno de los revestimientos preferidos por quienes están construyendo su hogar familiar. Son cálidos, fáciles de mantener y aportan una elegancia única a cualquier ambiente. Aunque su costo es algo elevado, bien vale la pena cuando tomas en consideración su durabilidad, siempre que esté colocado por manos experimentadas en ello.
Se trata de un revestimiento de suelos en el que se colocan maderas encoladas entre sí, y por sobre diversas superficies secas, firmes y planas. Estos entablonados pueden colocarse sobre maderas existentes, carpetas y también sobre embaldosados, mosaicos y pisos cerámicos, reduciendo su costo de restauración ante daños y permitiendo un piso más cálido y llamativo.
Estos pisos no se clavan ni atornillan a soportes, ni tampoco se adhieren al suelo. Esta es su principal diferencia con otros pisos similares y de otros materiales: las maderas que los conforman simplemente se posan sobre la superficie de base, encastrándose unas con otras y encolándose para una buena fijación.
Para trabajar su aislación y durabilidad, los pisos flotantes de madera se colocan sobre un manto doble de poliuretano y sobre una capa de espuma de látex. Esto facilita evitar la deformación de la madera, la elevación de las depresiones propias del material, y también procura una gran aislación térmica y acústica, incluyendo la del sonido de los pasos que se den por encima y los ruidos de contracción y expansión ante los cambios de temperatura.
Los hay en una enorme variedad de maderas, tratadas y creadas en tablas de encastre, y en un sinfín de posibles colores, naturales o teñidos. También los hay en diferentes grosores, que van desde los 8 hasta los 15 milímetros. Este grosor, en conjunto con el árbol originario de la madera, determinan su resistencia, firmeza, rigidez y durabilidad.
También hay pisos flotantes de materiales símil maderas, de base resinosa y o de poliuretanos. Estas imitan visualmente la madera a la perfección, y presentan mucho mayor resistencia al uso y al desgaste.
En general, los pisos flotantes son de fácil mantenimiento. Las maderas, cualquiera sea su origen, reciben un tratamiento en planta que sella sus poros y las protege, gracias a la imprimación de resinas incoloras y de tratamientos pesticidas y humectantes.
Además de ser excelentes aislantes térmicos y acústicos, son fáciles de instalar y de mantener. Presentan una gran resistencia a los desgastes y a las quemaduras, por el tratamiento que reciben las tablas.
La dureza de las maderas de los pisos flotantes permite una buena resistencia al tránsito, a los golpes y a los raspones, incluyendo los de los muebles de patas. También son aptos para la colocación de loza radiante y diversos métodos de calefacción y refrigeración de ambientes, resistiendo también muy bien a los rayos solares.
