En algunos países, como España,
es obligatorio el uso de energías alternativas para la climatización de
piscinas, si no lo es totalmente, por lo menos en un amplio porcentaje, combinadas
con energía tradicional. Hay distintos sistemas de climatización, que en parte, dependen del tamaño de la piscina: bombas de calor, intercambiadores de calor,
calefactores solares, calentadores eléctricos, colectores solares. En todos los casos, se debe también colocar
una cubierta, para evitar la pérdida de calor.
Bomba de calor. La opción más económica es la bomba de calor, que “toma” calor del ambiente y lo traspasa a la piscina por medio de un compresor. Para funcionar necesitan que la temperatura sea superior a 5º C, y tardan entre 2 y 5 días en calentar el agua, dependiendo del tamaño de la piscina. Es necesario instalar dos circuitos de tuberías para transporte del agua, fría y caliente.
Intercambiador de calor. El intercambiador de calor es un sistema tubular que utiliza el sistema de calefacción de la casa (caldera, bomba de calor o colector solar). Es un circuito secundario de tuberías por el que pasa el agua caliente del circuito primario, calentando el agua de la piscina. Necesita varios días para calentar completamente el volumen de agua de una piscina.
Climatización por colector. La climatización por colector solar evita el uso de bombas de calor: el agua va de la piscina a los colectores y regresa caliente a la piscina. Estos colectores no son paneles solares, son placas de polipropileno resistentes a los factores climáticos y la corrosión, que se colocan en el techo de la vivienda, en el jardín, o en cualquier espacio abierto donde reciban el sol en forma directa. La instalación requiere de una bomba en la piscina, para hacer llegar el agua a los colectores, y tuberías para transporte del agua. Este sistema actúa como complemento diurno de la bomba de calor.
Es necesario instalar un deshumidificador, que regula la humedad que se produce en el interior del ambiente, por la evaporación del agua. Es importante instalarlo porque, de otro modo, pueden comenzar a aparecer moho y hongos en la cubierta, y además el ambiente se torna sofocante.
Para conservar el calor del agua es aconsejable colocar una manta térmica en la piscina cuando no está en uso, tanto en piscinas cubiertas como descubiertas. Con estas mantas térmicas se mantiene la temperatura del agua, reduciendo los costes de climatización, y además, se evita la evaporación.