La grava puede tener diferentes granulosidades o tamaños de los componentes, mientras que las piedras partidas también poseen enorme variedad, pues pueden ser de diferentes tipos, tamaños y formas, dependiendo del tipo de estructura que se quiera montar.
Cuando hablamos de gravas nos referimos a pequeños fragmentos de piedras y rocas, en general con un tamaño (diámetro) menor a 15 centímetros en la piedra de base, que luego será seleccionada haciéndolas pasar por tamices de no más de 5 mm de diámetro para masas parejas, hasta 5 cm en masas rústicas. Se las incorpora a cementos y otras masas para darles más firmeza y resistencia, ideales para muros, medianeras y otras similares.
A la grava también se la agrega a los materiales de construcción de mampostería, en concreto armado y hasta en la pavimentación, desde vías de circulación peatonal y de coches, hasta de los pesados ferrocarriles y en carreteras.
Puede obtenerse por su degradación natural, o por procesos de descomposición de grandes piezas, al igual que las piedras partidas. En general, se otorga preferencia a los áridos rodados, es decir, los procedentes de ríos y playas, gracias a un proceso de degradación natural que las deja con una superficie plana, más resistente y compactada.
Imprescindibles en la formación de concretos y cementos, la arena es parte fundamental de cualquier proyecto constructivo convencional. En general, se opta por el uso de arenas naturales clasificadas de acuerdo a sus tamaños o granulosidad, pudiendo ser arena gruesa (tamizadas con mallas de 5mm y luego otras de 2mm), arena media (tamizadas por mallas de 2mm y luego de 0,5mm) y arena fina (tamizadas en mallas de 0,5mm y luego de 0,02mm).
También se puede optar por el uso de agregados artificiales, obtenidos por la degradación de piedras y rocas, al igual que las gravas, en particular para la fabricación de concreto para pavimentos.
La arena para la construcción puede obtenerse de diversas fuentes: del lecho de ríos, de playas y lechos marinos (lavadas para retirar depósitos de sales), arenas volcánicas (de color negro), o también de minas e interior de la tierra (en diversos colores, de acuerdo a la composición mineral de las piedras que les dieron origen).
Además de su origen y tamaño o granulometría, las arenas de construcción se pueden clasificar según su peso específico y peso volumétrico, según su color (que indica su composición de minerales y compuestos orgánicos), según su cantidad y composición de sales, su grado de humedad, o también su composición de polvos naturales y agregados.