Los jardines verticales pueden describirse como “muros verdes”, un tanto diferentes de las que proyectamos para aislar el terreno. Son cultivos más dedicados, individualizados, que ocupan canales o niveles encimados en la altura. De este modo, se puede crear un huerto más completo en pequeños patios de luz, jardines diminutos, incluso balcones reducidos y con total normalidad.
Las variedades que podrás lucir son de lo más variadas. Desde pequeñas hierbas aromáticas para usar en la cocina hasta flores llamativas, o también muros de césped, trebolillos y otras especies, con un cuidado apenas mayor (en especial es el sesgado, permitiendo que se luzcan mejor sin caer por acción de la gravedad).
Lo mejor es comenzar en pequeño, proyectando el jardín vertical como un sistema de macetas y contenedores en balda (en estanterías), suspendidas desde el techo o amuradas a la pared, dejando suficiente espacio entre ellas para que no compitan por la luz solar. Este método es mucho más sencillo que el tradicional hidropónico que ha quedado tan relacionado a la creación de cultivos de despliegue vertical: más bien podrás comprarlo con macetas comunes, colocadas en altura.
Debes considerar el riego en los jardines verticales. Debe ser suficiente, pero no abundante, para evitar un drenaje excesivo. En este caso, recuerda colocar las variedades de menor exigencia hídrica en la parte superior, para que el drenaje se vuelque sobre el siguiente nivel, y así hasta llegar al último. Procura colocar un cajón de piedras sanitarias o un cantero de piso ubicado directamente sobre el suelo, para así recolectar el agua del drenaje del último nivel y hacer un uso óptimo del agua de riego.
Recuerda que al estar montadas sobre un muro, estas plantas tendrán mayor calor. Elige contenedores plásticos y no de barro o terracota (u otros), pues no sólo serán muy pesados sino también demasiado calurosos, poniendo a riesgo la integridad de tus plantas y flores.
Usando cajones contenedores de madera tratada ataviados con mallas plásticas o metálicas y tierra de cultivo en medio, podrás crear un muro vertical de suculentas, xerófilas pequeñas (previamente cultivadas para que tengan cierta resistencia) y hasta algunas frutas rastreras o pequeñas, como fresas, o también setas comestibles. Esta es una solución muy elegante, que te sugerimos elegir para tu segundo proyecto, una vez dominado este arte de cultivar en los muros para hacer un óptimo uso del espacio, sea cual fuere el tamaño de tu proyecto residencial.