Aprovechar los espacios de altura es la manera más práctica de elevar la practicidad del uso de los ambientes. En las habitaciones, una pequeña estantería alta puede propiciar la guarda de la ropa de cama en desuso, o de la ropa fuera de estación. En la sala, un pequeño carril de no más de 10 a 15 centímetros de ancho, rodeando la habitación a unos 30 centímetros desde el cielorraso, puede ser la manera más especial de exhibir esos pequeños recuerdos, elementos coloridos, incluso libros que ya hayas leído y que no deseas dejar de poseer.
Bastará con proyectar el uso que se le dará al ambiente, y la ubicación de los elementos fijos y semi móviles. Crea estanterías en la propia estructura, o define los sistemas de su colocación para facilitar la posterior instalación. Por ejemplo, la zona por sobre la nevera en la cocina suele quedar desocupada, cuando es un sitio ideal para conservar esas ollas de poco uso o ciertos electrodomésticos. Los tendrás protegidos, a la mano pero no a la vista, y evitarás dejar el espacio vacío en el aspecto general.
A la hora de crear estas canaletas y estanterías, procura hacerlo donde no obstaculicen el tránsito ni el uso que se le de a la estancia. También define si las querrás con un uso más habitual, renovando la guarda o los elementos, o si será más bien sólo decorativa. Así sabrás decidirte mejor en el material, según los requisitos de mantenimiento, en el color y hasta en el espesor y resistencia que debas dar a la pieza.
Si se tratara de una estantería sólo decorativa, analiza la opción de agregar iluminación. No será una suficiente para el ambiente, sino sólo un hilo de luz o pequeños LED colocados aquí y allá, en un canal de policarbonato que ayude a dispersar la tenue iluminación, y le dé a tu espacio e altura un aspecto inigualable al recibir visitas o en ocasiones especiales. Incluso puedes agregar dos o más hilos de luz en diferentes colores, logrando una ambientación única, con poco gasto y sin tener que movilizarla o instalarla para cada evento.
No te quedes sólo en la idea de colocar una balda: ve más allá. Crea un conjunto de estantes incompletos en formas originales directamente en la estructura, para convertir un simple muro en un panel de exhibición de piezas. Si tienes muchos pequeños elementos y no deseas estar moviéndolos todo el tiempo para quitar el polvillo de ambiente, en lugar de una balda común crea una caja de cristal (vidrio o policarbonato) que proteja los objetos a la vez que permita su exhibición. Usa materiales diversos, según el ambiente de tus estancias, para construir tus estantes de un modo mucho más original.
Con poco trabajo y adecuado los elementos, podrás aumentar mucho tu espacio de guarda, dar un look novedoso a tus espacios, y alivianar la carga de elementos en las habitaciones y estancias comunes. Y, lo mejor de todo: optimizarás hasta el ambiente más diminuto, podrás dar buen uso a ese sitio antes tan desaprovechado.