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Revestimiento con discos de madera
Cómo hacer un revestimiento con discos de madera
Hoy te proponemos hacer un revestimiento natural para pisos, usando discos de maderas secas que le darán a cualquier ambiente un atractivo único, un paisaje confortable, y una calidez incomparable. Prepara tu materiales y ponte manos a la obra con este revestimiento natural muy fácil que, dependiendo de dónde vivas, ¡puede también ser muy económico!
Necesitan ser de maderas completamente secas. Si vives en una zona de tala es probable que la encuentres a muy buenos precios. Incluso si has debido retirar un viejo árbol de la propiedad, y lo has dejado secar apropiadamente, ¡podrás tener las piezas para el revestimiento gratis!
Corta la madera con una sierra de banca en lonjas de unos 2,5cm de espesor (1 pulgada). Lija ambas caras de los discos y piezas con una lijadora de banda, asegurándote de que queden perfectamente parejas, y recuerda conservar el serrín para agregar al relleno o pastina. Si no vas a hacer tú los cortes, sino que has conseguido buenos precios para discos ya cortados, compra una bolsa de serrín de madera para agregar al proyecto.
Lo siguiente es imprimarla para evitar que absorba la humedad del adhesivo y del barniz superior. Rocía generosamente el sellador en una cara y en los lados, deja secar el tiempo recomendado por el fabricante, luego voltea y rocía en la otra cara. Cuando esté perfectamente seco (puedes agregar otra capa, si lo consideras necesario), ya estarás listo para comenzar con tu proyecto.
Libera la zona de trabajo donde vayas a colocar el revestimiento. Puedes hacerlo sobre contrapiso, hormigón, material o también sobre pisos preexistentes de madera u otros, como cerámicos dañados que prefieras no renovar, aunque es mejor retirarlos para asegurar una superficie bien plana.
Comienza a preparar el adhesivo de construcción en un balde, trabajando de a zonas más bien pequeñas para evitar el desperdicio del material, y comenzando siempre por el extremo más lejano a la puerta de ingreso de la zona. Ten a mano el nivel de burbuja, un mazo de goma y una cinta métrica. Coloca una cucharada de adhesivo de construcción en el suelo, pon el primer disco de madera, presiona o golpea suavemente y corrobora que quede bien plano. Sigue colocando uno tras otro los discos, preparando más adhesivo conforme sea necesario, y comprobando con el nivel de burbuja si están planos, y con la cinta métrica si están a la misma altura. Cuando hayas completado la superficie (cuidado con la dirección de apertura de la puerta de ingreso), deja secar por 24 horas, o por el tiempo que recomienda el fabricante del adhesivo de construcción, sin tránsito y en una zona ventilada.
Ya seco el adhesivo, es tiempo de rellenar las grietas. Crea la pastina mezclándola con el serrín guardado, para que tome un color y aspecto más acorde a la madera. Rellena insertando en los intersticios, y retira el excedente para que no afecte el aspecto de la madera natural. Procura que quede al nivel, o 1 a 2 milímetros más bajo del nivel, no más que eso. Deja secar de acuerdo a las instrucciones del fabricante, o por 24 horas si no estás seguro. Recuerda ir repasando la pastina o relleno con el dedo o un paño apenas húmedo para darle una mejor terminación, aunque podrás corregir desperfectos una vez seco con una lija.
Cuando seque a la perfección la pastina, limpia perfectamente el suelo con una aspiradora y luego una mopa húmeda. Si lo consideras necesario puedes pulir o lijar, a tu criterio, pero en este caso recuerda preservar el sellado de la madera. Una vez perfectamente limpio, comienza a aplicar un barniz sellador poliuretánico (no látex) del tono elegido, cubriendo a la perfección la superficie y dejando que nivele y penetre por acción propia. Deja secar según las instrucciones del fabricante, y aplica una segunda capa. Sigue dejando secar y aplicando capas del sellador hasta nivelar la superficie, y darle el aspecto deseado.
Deja secar el piso al menos 48 o hasta 72 horas antes de transitar por encima, dejando una ventilación suficiente pero con las ventanas cerradas, para evitar la suciedad (puedes ayudarte de ventiladores de techo y de pie). Ya puedes comenzar a incorporar los muebles, procurando no arrastrarlos sino posándolos en su sitio con protectores de felpa, para preservar el acabado brillante y natural de tu nuevo revestimiento de madera, hecho con tus propias manos.
