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Versión para imprimir del artículo Vidrios especiales anti-huracanes. No incluye formatos especiales ni imágenes.
El nombre genérico de vidrio anti-huracán se aplica a todos aquellos vidrios capaces de resistir vientos de más de 250 kilómetros por hora sin romperse, que resistan el impacto de objetos que puedan ser lanzados por el viento, y que, aún fracturados, resistan de todos modos el viento sin romperse.
Para que una ventana o fachada de vidrio pueda considerarse anti-huracán no sólo debe estar hecha con estos vidrios, sino que toda la estructura (aberturas, fijaciones, selladores, etc.) debe resistir vientos de la misma potencia. Se trata de estructuras especiales que deben cumplir determinados requisitos técnicos.
Los vidrios anti-huracán se fabrican en distintos grosores, entre 1,5 mm y 20 mm. El aspecto de estas láminas es idéntico al de los vidrios comunes, y no necesitan ningún mantenimiento especial.
Se trata, como en la mayoría de los vidrios especiales, de dos láminas de vidrio, en medio de las cuales se coloca una lámina plástica de alta resistencia (en este caso particular se usa, generalmente, un material llamado polivinilbitural). Si el vidrio exterior se rompe, permanece adherido a la película interior, por lo que los pedazos de cristal no se dispersan y el vidrio permanece en su lugar. Esto evita que entren objetos por las aberturas, una de las causas de mayor daño en los casos de tornados, huracanes y ciclones.
Este tipo de vidrio soporta cualquier diseño, incluyendo ventanas curvas, y se puede usar también para techos, división de espacios, jardines de invierno, y hasta pisos y escaleras. Los laminados de mayor espesor son también antisísmicos, resistentes a impactos de bala y explosiones.
No se debe confundir el llamado “vidrio de seguridad” con el anti-huracán, aunque compartan algunas de sus propiedades. El vidrio de seguridad no es resistente a golpes con elementos contundentes e impactos de bala: el efecto es que el vidrio queda adherido a la lámina interior y no cae en pedazos; en el caso de una bala, esta no llega a penetrar la segunda capa de vidrio por la resistencia del poliéster. Y en esto se asemeja al anti-huracanes. Pero el vidrio de seguridad no tiene los mismos requerimientos de instalación que mencionábamos al principio, que son los que hacen, junto con el cristal, que una abertura o fachada pueda resistir un huracán o un sismo.
