En la construcción se utilizan diferentes tipos de cable, según la utilidad:
- Cables que ofician de estructura de tensión o tracción: Son los que se utilizan en los puentes, o ciertos tipos de sistema estructural que requieren fijación.
- Cables de transmisión de electricidad o datos: Son los que acostumbramos a ver en nuestra casa.
Cada uno de estos tipos de cables tiene, a su vez, sub-tipos, con distintas características.
Todos los cables eléctricos se componen de un hilo de metal, que es el conductor, y una aislación. Aunque la plata es el mejor conductor (es decir, el que opone menor resistencia), se usa cobre por una cuestión de costos.
Originalmente se usaba papel para aislar el alambre conductor, pero luego se cambió por polímeros artificiales. Actualmente se usan nylon, PVC, caucho, goma o neopreno. Además de la aislación, que se coloca directamente envolviendo el alambre, los cables tienen una cubierta.
Hay cables sin aislación, llamados “alambre desnudo”, que no se usan en las instalaciones hogareñas, sino que los veremos más frecuentemente en instalaciones de alta tensión. Estos cables pueden ser de un solo “alambre duro”, o de alambres retorcidos, lo que mejora su conductividad.
Los cables eléctricos son de distinto calibre y aislación; y es el calibre el que determinará cuál usaremos, según la instalación que debamos hacer. La aislación tiene relación directa con el calibre, porque el paso de electricidad genera temperatura que, si bien no funde el alambre, sí puede derretir la aislación.
Para elegir correctamente el cable a usar debemos tener en cuenta tres factores generales.
El primero, es que el cable debe poder conducir, sin quemarse, la corriente que pasará por él. La segunda condición es que conduzca la corriente en forma pareja, sin perder excesivo voltaje en el trayecto (siempre hay un poco de pérdida). Por último, debemos considerar si el lugar de instalación es húmedo o seco, ya que las aislaciones son diferentes en uno y otro caso.
Los cables usados en forma doméstica son, por lo general, monoconductores, con aislación de PVC, y están preparados para resistir una temperatura máxima de entre 60º y 70º. La aislación de los alambres es de diferentes colores, según la función que cumple cada uno, y están regulados por normas internacionales.
El neutro siempre es azul, la tierra es verde y amarillo, y la fase puede estar revestida en marrón, negro o gris. La fase y el neutro son los alambres activos; el alambre de tierra es para derivar cualquier posible fuga.