La calefacción inteligente de los ambientes de una casa es uno de los temas más difíciles de resolver, ya que es primordial, cada vez más, que el sistema no sólo sea eficiente, sino que no resulte en un enorme gasto en energía.
Un sistema muy práctico que se ha empezado a comercializar hace poco son unas placas radiantes integradas en la pared. El sistema es muy fácil de instalar cuando se trata de nueva construcción o reforma, ya que se coloca como una placa de yeso normal de las que se usan habitualmente para recubrir muros interiores existentes o levantar nuevos muros.
Las placas radiantes esta compuesta por paneles se pueden instalar en cualquier ambiente de la casa, incluyendo cocina y baño, y se pueden revestir con cualquier material o pintura. Incluso se pueden perforar, sin dañar el sistema.
Este sistema de calefacción es totalmente seguro, ya que no hay líquidos ni gases que puedan encenderse; no da humo ni olor y es totalmente silencioso. Se basa en una tecnología de circuitos impresos y resistencias no eléctricas sino de pintura autoconductora. El revestimiento de la placa calefactora (el panel en sí), es de yeso laminado ignífugo, resistente a la corrosión y hermético.
Como cada panel es independiente, y se colocan sólo uno o dos por habitación (cada placa de 800 W calienta una superficie de 13 mts2). Pueden controlarse en forma individual, mediante un termostato, para graduar la temperatura y programar el encendido y apagado, lo que resulta en ahorro energético ya que no es necesario calentar todos los ambientes a la vez.
El control de temperatura de las placas radiantes también se puede integrar en los sistemas de “casas inteligentes”, como cualquier otro sistema de calefacción eléctrico.
Hay placas radiantes de 450 W, 650 W, 800 W y 1000 W. Las placas estándar tienen 1 metro de ancho, y van desde 1 metro hasta los 2 metros y medio de largo.