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Versión para imprimir del artículo Tipos de ventanas según su apertura. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Uno de los criterios de clasificación de las ventanas es por el tipo de apertura que tienen. La elección de uno u otro depende de distintos factores: la cantidad de ventilación requerida, de iluminación, seguridad, sencillez del mecanismo, e incluso el espacio de que disponemos para la apertura.
La ventana de celosía es un tipo de ventana que se utiliza habitualmente para ventilación. Se trata de varias hojas horizontales que abren en forma conjunta. Se pueden limpiar fácilmente por dentro y por fuera, y otorgan buena ventilación y luminosidad, aunque limitan la visión. Además, no cierran en forma hermética, por lo que ocasionan pérdida térmica.
La ventana batiente es la ventana tradicional, de 1, 2 o más hojas, que abre hacia el interior. La gran ventaja de este tipo de ventanas es que todas las hojas pueden limpiarse fácilmente por dentro y por fuera, aún estando en altura. Además, como la ventana se puede abrir completamente, independientemente de la cantidad de hojas, la ventilación está garantizada, y puede regularse a gusto. Tienen el inconveniente de necesitar un gran espacio interior no sólo para abrir, sino para descansar la/s hoja/s que hayamos abierto.
La ventana corrediza es la ventana cuyas hojas se deslizan sobre guías, en un plano horizontal, unas sobre otras. La gran ventaja de estas ventanas es que las hojas no necesitan espacio adicional para abrir, como en las ventanas batientes. Como desventaja, nunca podremos abrir completamente, ya que siempre habrá un plano cerrado, aquel sobre el cual se abrieron las hojas. Obviamente, si se tratara de una ventana de 3 o más hojas, el espacio abierto sería bastante importante.
Las ventanas corredizas no son fáciles de limpiar por fuera, y la única opción suele ser quitar las hojas.
Un tipo de ventana similar al anterior es la llamada de guillotina, en la que también corre una hoja sobre la otra, pero en forma vertical. Por lo general, es la hoja inferior la que corre, situándose sobre la mitad superior. Esta hoja se sostiene con un sistema de anclaje.
La ventana oscilante es un tipo de ventana que vemos mucho últimamente, especialmente en edificios de propiedad horizontal, o grandes edificios de oficinas. Este tipo de ventanas se abre empujando el borde inferior, y oscila, de este modo, sobre su borde superior, lo que redunda en que no necesitamos espacio interior para abrirla. Como desventaja, no se puede abrir completamente, y siempre tendremos obstaculizada la visión y reducida la ventilación; además, es muy difícil limpiar la parte externa del vidrio.
La ventana basculante es similar a la anterior, sólo que bascula sobre un eje central horizontal, por lo que, al abrirla, la parte inferior queda hacia afuera del borde de la ventana, mientras que la parte superior queda hacia adentro del ambiente. Esto significa que debemos asegurarnos de que haya suficiente espacio libre para cuando queremos abrirla. Por su mismo sistema, la limpieza no es complicada. Y, aunque la ventilación es plena, se puede complicar si queremos asomarnos.
Otro tipo de ventana basculante es la llamada pivotante, ya que, en este caso, el eje central es vertical. Ofrece las mismas ventajas y desventajas que la anterior.
Una de las mejores opciones es la llamada ventana oscilobatiente, dotada de un complejo mecanismo que permite abrir tanto en forma batiente, como una ventana común, cuanto en forma oscilante. Reúne las ventajas de ambos sistemas, y casi ninguna desventaja.
Por último, tenemos la ventana fija, generalmente de una sola hoja, que no se abre, y cuya función es la iluminar, aunque no la de ventilar.
