Al hablar de piscinas en la construcción de obras, inmediatamente consideramos una gran piscina de dimensiones olímpicas, de material, sumergida bajo nivel del suelo. Pero lo cierto es que los costos de su construcción pueden superar el presupuesto destinado.
Por el momento, consideremos acompañar la obra con una piscina desmontable, de alta eficiencia en su labor y en estéticas interesantes, colocada in situ en el terreno como solución temporaria.
Su principal beneficio es la posibilidad de ser desarmada y retirada del terreno. Esto es ideal cuando se la coloca sobre césped o jardín, ya que evitan que se arruine ese sector. También pueden ser trasladadas por el terreno de acuerdo a las necesidades de uso, a las sombras y a otros factores, pues presentan gran capacidad de adaptación a diversos suelos y superficies.
Las piscinas desmontables presentan más fácil mantenimiento y limpieza. Su costo es de bajo a medio, de instalación económica, y su tiempo de armado y montaje es también reducido.
Las piscinas portables se presentan en una enorme variedad de tamaños y estilos, adecuables a las características de cualquier obra. Entre los estilos disponibles encontraremos:
Piscinas inflables: Son las más económicas y sencillas de instalar. Sus dimensiones suelen ser más bien pequeñas, adecuadas para terrenos pequeños y desnivelados, carentes de piedras o elementos punzantes. Su durabilidad es intermedia, requiriendo protección a la sequía y al sol directo. Son sencillas de reparar mediante parches adheridos.
Piscinas autoportantes: Son también inflables, aunque más resistentes, pues poseen elementos de PVC como soporte. Poseen practicidad en el montaje y son fáciles de mantener y reparar, mediante parches o placas. Las tubulares pueden tener mayor capacidad, de hasta 35 mil litros.
Piscinas elevadas: Poseen paneles rígidos que les confieren mayor durabilidad y resistencia. Son más difíciles de desmontar y requieren de un poco más de tiempo para esta acción, aunque tienen mayor estética y vida útil, pues poseen elementos de acero y liner. Son apropiadas para la colocación sobre suelo o semienterradas.
Piscinas elevadas en madera: Son las más vistosas y costosas, y también requieren de mayor mantenimiento y protección. Su exterior es de maderas tratadas, resistentes a la humedad, y su interior se confecciona con paneles de PVC. Deben colocarse en terrenos lisos, parejos y resistentes.