Al diseñar el plano de construcción es regla pensar en los ambientes exteriores de la vivienda. Pequeños, espaciosos, a nivel o con desniveles, con grandes canteros o con simples arboledas perimetrales… veamos cuáles son los ambientes exteriores que puedes integrar a la obra, dependiendo de sus dimensiones posibles y de tus preferencias.
Cuando hablamos de jardines nos referimos a ambientes exteriores de tamaños medios a grandes, con suelo cultivado (césped, chépica, tréboles o cualquier elemento de alfombra verde). Los jardines pueden tomar diversas formas, desde los frontales y a la vista, los traseros de libre acceso, o bien los jardines privados, bordeados por cierres perimetrales que evitan su visualización desde el exterior.
Los jardines son una opción más estética de la vivienda, y también los más laboriosos. Se necesita nivelar el terreno y preparar la tierra antes de la plantación, removiéndola para quitarle presión y mejorando la tierra para permitir el desarrollo de vegetación. Sobre los jardines puedes colocar veredas, canteros, jardineras, distintos tipos de suelos (de materiales, piedras, maderas), hasta grandes árboles sin dificultades.
Los patios, en cambio, son las habitaciones exteriores de la residencia que carecen de suelo vegetal, limitándose a pequeños canteros en sectores específicos donde se pueda cultivar. Se caracterizan por sus suelos cerámicos o embaldosados, son mucho más simples de mantener y limpiar, y más higiénicos también.
Pueden tener tamaños más reducidos y lucirse de igual manera, y permiten la colocación de plantas en macetas y canteros a nivel del suelo y en altura.
Los patios suelen ser traseros o internos, dejando el frente del hogar en material (ampliación) o como pequeño jardín.
Los decks suelen ser perimetrales a otros elementos, como piscinas, glorietas o quinchos. Como una suerte de balcones o pisos suspendidos, los decks se caracterizan por su suelo de madera en tablones, siendo así atérmicos y cálidos en aspecto. Pueden ser al nivel o en desniveles, y estar ubicados como piso flotante sobre el existente, o a modo de balcón en altura, sobre el perímetro del terreno o en torno a otros elementos.
Son la elección de los departamentos, pisos y condominios, en espacios reducidos. Los balcones, laterales a las construcciones en altura, suelen ser de dimensiones reducidas. No permiten cultivos en el piso, salvo en cajones de contención, aunque son el espacio exterior preferido para la ubicación de mobiliario en lugar de vegetación, por sus reducidas dimensiones.
Las terrazas y azoteas, en cambio, suelen ser más espaciosas. Las primeras son una suerte de balcón amplio, como medio piso del PH o planta superior, mientras que las segundas se pueden describir como todo un piso abierto, con construcción residencial en el nivel. Aunque hay opciones de cultivos, las terrazas y azoteas suelen tener pisos embaldosados o de revestimientos naturales (madera, piedra) con propiedades atérmicas, buen drenaje por su ubicación, y que permiten la ubicación de jardineros elevados, macetas y canteros aislados.