A partir de los 65 años el cuerpo comienza a cambiar. Las articulaciones y musculatura se debilitan, y algunas tareas cotidianas que antes eran sencillas hoy comienzan a molestarnos. Por eso hemos de diseñar una vivienda adecuada para acompañarnos en nuestro desarrollo hacia los años dorados, haciendo que nuestro hogar nos facilite la existencia, en lugar de ponernos a prueba de manera constante.
Los pisos han de ser nivelados siempre que sea posible. Evita los escalones y desniveles en la misma planta, dejando una superficie apta para el paso de todo tipo de personas, incluso aquellas visitas con algún problema de movilidad que requieran asistencia de bastones, andadores o sillas de rueda.
En lo posible, evita las salientes y pasillos angostos, fomentando la libre circulación. Si vas a colocar alfombras, asegúrate de reforzarlas con bandas adhesivas en todo el perímetro, que las fijen al piso sin dejar levantados y ayudando a evitar que se desplacen. Incluso puedes colocar cinta adhesiva de doble contacto en el perímetro de las alfombras y moquetas pequeñas. Esto también facilitará el mantenimiento, evitando que se desplacen al higienizarlas con escoba, cepillo o aspiradora.
También debes asegurarte de que el revestimiento de los pisos sea adecuado para el paso de adultos mayores, antideslizante y seguro, fácil de mantener. Puede que los ocupantes de la vivienda estén en perfecto estado de salud, pero que sus amigos y visitantes no lo estén tanto.
En lo posible, los muros deben estar pintados en colores claros, sin formas ni relieves que dificulten su mantenimiento. Un revestimiento cerámico o cementicio alisado son las mejores opciones.
En zonas de accesos complicados o de movimientos exigentes (por ejemplo, en el cuarto de baño, cerca de la cama, en las escaleras y demás), amura barandales antideslizantes que ayuden a minimizar la exigencia en la espalda y las articulaciones. Asegúrate de colocar barandales adecuados en las escaleras.
En cuanto a la iluminación, debe ser abundante. Aprovecha al máximo la luz natural, con ventanales de doble marco abiertos y de fácil mantenimiento, en paneles completos sin divisiones. Por la noche, la iluminación debe ser integral, en sólo un comando y en buena intensidad.
La iluminación debe estar dirigida hacia el techo y los lados y no directamente hacia la cara o hacia abajo. Coloca iluminación auxiliar en zonas específicas, como lámparas de pie junto a la silla de lectura y lámparas de escritorio junto al teléfono y en el tocador. También asegúrate de contar con iluminación sectorizada en la zona de la cocina, sobre la mesada de corte y preparación de alimentos.
Finalmente, en casos extremos podemos acudir a diferentes técnicas de prevención. Para los adultos mayores que presenten problemas de audición y de visión, es conveniente contar con un sistema de seguridad que combine ambas alarmas, una luz giratoria y un sonido en frecuencia adecuada. Complementa el sistema de seguridad con bandas refractarias en los escalones y en la puerta de salida, y asegúrate de instalar luces testigos de encendido automático ante cortes del suministro.