Una idea simple, decorativa, y que puede transformar todo el paisaje en sólo unas horas de trabajo; las luces empotrables de piso son una solución constructiva y estética que puedes aprovechar en tu obra o vivienda. Aprende a instalarlas rápido y fácil con estos consejos.
Lo primero que debes hacer es definir el sitio de ubicación de las luces empotrables. Mide las distancias desde la última luz hasta la caja estanca de suministro eléctrico, y adquiere los materiales para poder trabajar con comodidad. Necesitarás pinzas, tijeras, pelacables, clemas o regletas de conexión, tirahilos (pasa cables), maza y cortafríos, o bien pala o sierra, destornilladores, un cubo y una paleta para la mezcla de mortero de cemento y arena, tubo de caucho para exteriores, manguera con recubrimiento de caucho (para exteriores, con los tres cables eléctricos dentro), y cinta aisladora por prevención.
Dependiendo si vas a colocarlas en hormigón, cemento, tierra o tarima de madera, necesitarás los distintos tipos de luces empotrables de exteriores, y gel aislante (para las tarimas y el césped).
Ya definidos los sitios de colocación de las lámparas empotrables de exteriores, dibuja la forma con lápiz o con lo que sea de utilidad, y empieza a cavar las perforaciones donde colocarás las piezas. El espacio debe ser suficiente, sin ser demasiado grande, aunque lo suficientemente holgado como para colocar los elementos sin dificultades. Crea también las zanjas por donde pasarán el tubo de caucho, en el cual viajarán los cables eléctricos, llegando hasta la caja estanca más próxima.
Ya creadas las zanjas y agujeros, coloca el tubo uniendo un extremo a la caja estanca, y acomodándolo para que copie la forma del terreno o estructura sin jalones, sino cómodamente. Crea las perforaciones necesarias y los cortes adecuados para hacer viajar el cable de una a otra caja de luz.
Lo siguiente es cortar la electricidad, y conectar las clemas en la caja y en las luces empotrables. Luego, utilizando el pasa cables, pon el cable haciéndolo pasar por el tubo y dejando un excedente de unos 12 centímetros en cada espacio de las luces, de modo que si luego necesitas hacer reparaciones, tengas espacio de sobra para trabajar.
Prepara el mortero de cemento y fija el tubo de caucho en su sitio, cubriéndolo con el material, con maderas o tierra, según sea el caso. Deja fraguar y, una vez seco, comienza con la instalación final.
Coloca un poco de mortero (o bien el gel aislante en la tarima o el césped) y acomoda la carcasa exterior de las luces empotrables, dejándolas bien firmes y asegurando un estancamiento adecuado. Haz la conexión eléctrica de los cables en las regletas, siguiendo el patrón (el cable azul es el neutro, el verde amarillo es el de tierra, y el de color es la fase), y monta en la carcasa la luz. Fíjala bien, atornillando el anillo exterior para asegurar un espacio aislado y estanco.
Finalmente, y una vez acomodado el perímetro y fraguado el cemento, conecta los cables a la regleta de la caja estanca, y deja paso a la electricidad general. Utilizando una llave de paso o una fotocélula, podrás disfrutar de tus luces de piso en exteriores, dando seguridad al tránsito y una belleza inigualable.