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Versión para imprimir del artículo Colocación de persianas y mosquiteras. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Nos protegen de las ráfagas de aire, mantienen los ambientes frescos bloqueando los rayos solares, y también impiden la visibilidad desde el exterior. Las persianas y postigos son una manera genial de mejorar el aspecto estético de las aberturas, y en conjunto con las mosquiteras, el ahorro y la optimización de los recursos será la mayor posible.
Las telas mosquiteras pueden ser rebatibles o fijas. Previenen el ingreso de insectos al hogar, como su nombre lo indica, pero también nos permiten mantener los vidrios abiertos sin el ingreso de hojas u elementos que vuelen con el aire. Así, la casa se mantiene más limpia, ventilada y fresca, evitando problemas de humedad condensada, malos aromas y falta de oxigenación, sin mencionar la regulación del clima de manera natural y sin gastos.
Las persianas y postigos, por su parte, cuidan de nuestro hogar dando mayor seguridad contra ingresos indeseados. También protegen los vidrios en climas ventosos o tormentosos, y mantienen la casa más cálida en invierno y más fresca en verano, separando el vidrio del clima externo y creando un colchón de aire aislador.
Además de mejorar la estética de casa y optimizar su función, las persianas y los postigos son elementos económicos que puedes hacer o adquirir ya elaboradas, en una variedad de materiales y para la más amplia disponibilidad de formatos de ventanas. Se pueden colocar con rieles deslizables o con bisagras, de apertura lateral doble o simple, e incluso elevables, dependiendo de la ubicación.
En lo que respecta a materiales, si bien las maderas tratadas son las más habituales, no son la única elección. Hay de aluminio y otras aleaciones metálicas, y también de plásticos reforzados y policarbonatos. También se presentan en distintos acabados, pudiendo ser pintadas y decoradas del modo que prefieras, prácticamente sin limitaciones.
Encontrarás persianas de cintas, de tablillas o de placas enteras, caladas y talladas, o firmes y sólidas en un aspecto bien masculino. Las hay dobles, triples o simples. En definitiva, en una infinidad de terminaciones y aspectos, para complementarse a la decoración del hogar y optimizar los gastos en la manera en la que el clima de la región así lo solicite.
En lo que respecta a los cierres, puede tratarse de trabas tipo mariposa, ganchos de sujeción y hasta a presión. En sistemas de seguridad, se pueden reforzar con barras de hierro u otras aleaciones, ocultas dentro del marco para mejorar el aspecto visual del cerramiento. Se colocan al ras del exterior de la obra, dejando una capa de aire entre las persianas y el cristal. Por delante, una cortina liviana será suficiente para mejorar el clima del interior.
También controlan las fugas de aire, pues sus nobles materiales de elaboración pueden ser mejorados con burletes de goma o de espuma sintética, eliminando cualquier filtración de aire o de agua desde fuera. Finalmente, una simple caladura en detalle decorativo permitirá ver hacia fuera, impidiendo la vista inversa. Una solución ideal para cualquier vivienda, que hará un enorme cambio en los consumos eléctricos y de gas de tu residencia.
