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Versión para imprimir del artículo Ventajas y características de los papeles texturados. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Los avances en las tecnologías de fabricación nos dejan con múltiples opciones a la hora de aplicar papel para decoración de muros, convenientes para cualquier tipo de obra, entre las que incluimos los papeles de imitación de texturas naturales, los fotomurales, los lavables y a prueba de humedad, y también los texturados, de los que nos explayaremos un poco más en esta nota.
El papel mural texturado es ideal para paredes y superficies con desperfectos o con una textura poco uniforme. Aporta mayor calidez y elegancia a cualquier ambiente, con sus tantas variedades de diseños, colores y hasta imitaciones de materiales y superficies, con todo y su tacto.
El papel texturado esconde esos pequeños detalles, sumándolos al aspecto de este versátil elemento constructivo y de decoración. En general, estos papeles también poseen una capa externa de barniz plastificado, que los hace resistentes a la humedad y lavables, lo que facilita su mantenimiento (teniendo en cuenta que la superficie texturada suele acoger polvillo de ambiente y otras partículas, y a veces sacudirlos no es suficiente).
En lo que respecta a su aspecto, los hay en una enorme variedad de opciones. Los más sofisticados incluyen al tejido partículas metálicas, metalizadas, cristales, minerales y otras incrustaciones, dando brillo, elegancia y mucha más originalidad a las superficies y ambientes.
Debido a su tejido y configuración, el papel texturado es más fácil de aplicar sobre diversas superficies. No necesita ser humectado o estirado, como sucede con muchos papeles lavables y otros decorativos, y la superficie texturada es bien resistente, evitando que se deforme durante la aplicación y el uso.
Estos papeles se presentan en gran variedad de colores y acabados, pero tienen también un detalle de especial importancia: puedes aplicarlos en tono blanco o crudo, y posteriormente pintarlos con acrílicos o látex, fácilmente y adecuándolo a tus preferencias si no hubieras hallado en el mercado el tono adecuado. Incluso, puedes pintar con tonos metalizados, esmaltes sintéticos y hasta aerosoles, creando diseños personales y generando papeles brillantes o mates, completos o por sectores.
