El papel pintado de pared es un recurso genial para acelerar la terminación de la obra, pues puede aplicarse simplemente sobre muros elaborados en placas de madera o yeso compacto, sin mayores consideraciones más que una superficie lisa para su mejor adherencia.
Gracias a la practicidad de las colas modernas, sumadas a los papeles con tratamiento autoadhesivo en su dorso de contacto, podemos dar acabado estético al tiempo que finalizamos la construcción. Aprende algunos buenos trucos para combinarlo, adquirirlo cuanto antes, y poder así disfrutar de tu hogar en tiempo récord.
Ten en cuenta los tonos del papel y los del resto de la habitación, en especial si vas a tener muros pintados o en texturas de yeso. Por ejemplo, los muros blancos “sucios” van con cualquier papel, en tipo y color. Los colores planos claros, pasteles, maíz, amarillo, rosa pálido y demás, te dan más posibilidades en lo que respecta a la elección del papel, así como de la tapicería y cortinado, pero debes conservar la misma paleta o usar dos tonos: el del muro y el principal del papel.
Los papeles de colores más profundos y llamativos, como el verde bosque, el azul mar o el rojo granate, pueden quedar geniales en habitaciones con muros y pisos grises medios a claros, para destacar. Usa esta regla también para combinar guardas, líneas y dos papeles de igual tipo en una misma estancia.
Ten en cuenta que el papel pintado potencia la sensación transmitida por el color. Elige los blancos, grises claros y tonos pastel para armonizar las habitaciones y darles un toque cálido, los rojos y afines para dar toques en un muro de las salas comunes, los azules y verdes para habitaciones y salas de estudio, y los naranjas y violetas para escritorios, oficinas, bibliotecas y salas familiares o de entretenimientos. Combina los papeles de acuerdo a su color, pero conservando siempre el mismo tipo (material) y acabado (vinilo, texturado, tejido base) en cada sala de la obra, pues combinar dos o más tipos de papel de pared podría hacer un enorme contraste y dificultar también el mantenimiento y la limpieza de tus muros.
Supongamos que el presupuesto de la obra ha crecido demasiado y no tienes para comprar nuevo papel pintado, pero sí tienes recortes de otros proyectos. Pues con ellas podrás dividir el muro en dos grandes sectores, a lo alto, colocando papel en la parte inferior y pintura en la superior, o dos tipos diferentes (que combinan entre sí) en una misma habitación. Podrás hallar rollos pequeños de cenefas autoadhesivas, de acabados texturados o vinílicos, y también planas o estampadas.