Con la llegada del verano, el clima se hace ideal para renovar el hogar o finalizar la obra con los trabajos de pintura. Aunque siempre te recomendamos confiar en los servicios profesionales de pintores experimentados, sabemos que a veces el presupuesto crece y que debemos tomar el toro por las astas nosotros mismos.
Aprende a pintar como un profesional, siguiendo estos consejos, y crea trabajos sensacionales sin malgasto ni defectos estéticos.
Trabaja una habitación por vez, por practicidad. Retira muebles, elementos móviles, cortinas, persianas y todo lo que sea necesario. Cubre el piso con papel plástico, y las tomas eléctricas, llaves de luz, vidrios, marcos y otros inamovibles con papel periódico y cinta adhesiva de papel de bajo contacto.
Coloca cinta también en las juntas con el techo y en las zonas de conexión con los muros que no deseas pintar en el primer color, para prevenir cualquier salpicadura.
Luego, da un lijado suficiente al muro entero, primero con papel de grano medio y luego con uno de grano fino. Aplica una primera capa de imprimación, para sellar los poros y optimizar el consumo de la pintura. Deja secar al menos una hora (en un día cálido y seco, ayudándote con ventiladores de ambiente), y aplica una segunda capa, ambas a pincel, rodillo o soplete con compresor. Deja secar.
Trabaja de a una pintura por vez, comenzando por la principal si vas de usar mas de un tono. Si el cálculo indica que vas a utilizar diez litros de pintura, prepara primero cinco y luego los restantes, para evitar que se reseque. Trabaja siempre con bandeja de pintura, en lugar de tomarla directamente desde la lata, optimizando su uso.
Comienza aplicando la pintura en los bordes y esquinas del muro principal, con rodillos pequeños o a pincel. Aplica una cantidad suficiente pero no abundante, y de preferencia utiliza un elemento similar al que vas a usar en el resto del muro, para evitar diferencias. Luego, sin necesidad de dejar secar, aplica el color en el resto de la superficie. Deja secar al menos dos horas (en pinturas látex o de base acuosa), y analiza la necesidad de aplicar una segunda capa, para un mejor acabado.
Una vez conforme con el trabajo de pintura, retira la cinta adhesiva y las protecciones de los inamovibles del muro ya trabajado, y procede a colocarlos en los de los demás muros, si no lo hubieras hecho ya. Por ejemplo, si vas a pintar un muro de rojo y el colindante en esquina de blanco, quita la cinta del natural y aplica en el rojo, una vez que esté perfectamente seco. Así, protegerás el trabajo ya realizado, y no necesitarás hacer correcciones luego.
Nunca apresures un trabajo de pintura. Se debe dejar secar a la perfección entre una y otra aplicación del mismo producto (sea imprimación o pintura), para permitir una buena fijación y ventilación, y evitar los desconches y formación de burbujas de aire que afearán el resultado final.