¿Tienes un espacio enorme que une la sala, el comedor, la cocina, el recibidor y muchos más usos que quisieras individualizar? ¿Tus cenas se hacen incómodas cuando desde la mesa se puede ver tu cama? Pues aquí te proponemos hacerlo tú mismo, fácil y con muy pocos gastos. ¡Manos a la obra!
Se trata de implementar un sistema de rieles en el techo que te permitan movilizar biombos pendientes (colgantes) hechos a la medida, y según la estética de tus espacios. Puedes utilizar simples rieles de puertas ventanas, amurándolos al techo en una línea recta que te permitirá arrastrar un biombo hacia la posición que quieras individualizar en cada ocasión. Este sistema tiene la practicidad de poder llevarlo al extremo de la habitación cuando quieras recuperar la amplitud del espacio, o de bloquear con gran precisión esa zona que no quieres que se vea desde donde estén tus invitados o tu espacio de trabajo en casa.
Sólo prepara el biombo (con paneles decorativos, tablas de madera natural asidos con sogas, bordados de cuentas, placas de metales livianos labradas a tu gusto, lo que quieras) midiéndolo con la justa separación para montarlo en el riel en la parte superior, y llevándolo hacia el piso o a la altura que prefieras. El diseño es completamente libre, y puedes personalizarlo a tu gusto en su ancho, alto y estética. Coloca el sistema, amura el riel al cielorraso, y coloca tu biombo “sobre ruedas” para disfrutarlo en sólo minutos.
Otra manera de dividir el ambiente con paneles que cuelgan, si quieres evitar el riel, es colocarlos en ganchos. Sólo deberás amurar los ganchos al cielorraso calculando el ancho de tu panel, y colocarlo cuando lo necesites. Este sistema tiene la practicidad de poder colocar tantos paneles como necesites para cada ocasión, retirándolos por completo cuando prefieras el espacio amplio.
Finalmente, otra manera original de lograr individualizar los espacios es con biombos retráctiles. Funcionan de manera similar a las cortinas blackout, pudiendo utilizar estos mismos sistemas u otros, creados a la medida, de cortinas romanas.
Nuevamente, determina el ancho, cantidad, altura y estética de tus cortinas, y colócalas sujetas con tornillos o con ganchos al cielorraso. Lleva las cadenas o las sogas (las que jalas para desplegar o retraer las cortinas) hacia un muro lateral, pudiendo así dejar que caigan o llevarlas al techo conforme necesites individualizar el ambiente. Si las creas en colores contrastantes, harán una división visual incluso estando retraídas, y puedes colocarlas donde lo necesites, usándolas según la ocasión lo amerite.
Con estos tres proyectos lograrás, en sólo una tarde de trabajo y con herramientas simples, dividir el ambiente a la medida de tus necesidades. Una solución constructiva, sin nada de “construcción”.