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Versión para imprimir del artículo Guía para armar una cocina. No incluye formatos especiales ni imágenes.
En la construcción de residencias, contar con el servicio de un profesional de la construcción es una herramienta invaluable. Pero lo cierto es que el costo de estos profesionales a menudo excede nuestro presupuesto. Por otro lado, con algo de análisis y trabajando con paciencia podrás montar tu cocina y cualquier ambiente de tu hogar. Sólo sigue estos consejos para aplicarlos en tu proyecto de construcción o de remodelación.
Trabaja siempre con orden y calma, pues el apuro es un enemigo que suele dejarnos sólo con problemas futuros. Una vez erigida la estructura, define la ubicación de todos los elementos de la cocina, decidiendo al mismo tiempo la colocación de los revestimientos. Toma las medidas del mobiliario dos veces: es mejor estar seguro. Determina el sitio donde lo pondrás, en relación a las tomas eléctricas, desagües y otros inamovibles. Para hacerlo, un truco sencillo es cortar trozos de papel periódico que se correspondan con el tamaño de los elementos, y disponerlos en el piso para verificar la comodidad y adecuación en el armado de la cocina.
A la hora de trabajar, también conserva el orden. Luego de los revestimientos debe colocarse primero el mobiliario inferior (alacena, horno bajomesada y otros), los superiores (alacenas, estantes para electrodomésticos y otros), y por último las encimeras y otros móviles, como el refrigerador, la lavadora, la isla de cocina, etc. Comienza a colocar los elementos desde las esquinas, para asegurar que no queden huecos o que haya errores de cálculo.
En la actualidad, el mercado ofrece muchas posibilidades. El mobiliario de cocina se compone de módulos, lo preferibles con patas de altura ajustable que permiten corregir diferencias en la altura y las posibles cojeras, producto de imperfecciones en el piso.
Comienza por colocar los módulos inferiores, de acuerdo al diseño que ya tienes proyectado y desde un rincón, fijando las estructuras con sellador a los muros, conforme fuera apropiado. Antes de instalar los electrodomésticos, asegúrate de sellar bien los módulos y de terminar la instalación de las griferías, triturador de residuos y otros. Los artefactos serán instalados al finalizar el armado de la cocina.
Lo siguiente será instalar el mobiliario superior. Presenta los módulos, marca las perforaciones necesarias para amurarlos (utiliza burbujas de nivel y verifica la buena altura para un uso cómodo de la cocina) y realiza todas las perforaciones antes de colocar los elementos. Es muy útil contar con un segundo par de manos en este paso. Ya bien fijos los mobiliarios, verifica que estén bien sujetos y que no haya imperfecciones en la colocación, como espacios entre ellos o hacia el muro, y recuerda comenzar desde un rincón.
Un consejo útil en ambos casos: procura alinear la altura de los muebles superiores e inferiores a las líneas de los azulejos. Aunque no estén perfectamente nivelados, una diferencia de superficies entre los muebles y los cerámicos del muro provocará un colapso estético que será mucho peor que unos milímetros de diferencia en el nivel de las superficies.
Ya instalado todo el mobiliario y los servicios, llega el momento de dar los detalles estéticos y funcionales que optimicen el uso de la cocina. Estos incluirán cornisas o faldas inferiores de los muebles, la encimera sellada al muro posterior, luces móviles y zócalos. También es el momento de colocar estantes y accesorios que darán practicidad al uso de la cocina, verificando también la necesidad de colocar extensiones de conexiones eléctricas u otras.
Verifica el buen funcionamiento de las puertas del mobiliario, haciendo los ajustes que fueran necesarios, incluyendo aquí no sólo el ajuste de las bisagras sino también los burletes y las cintas de terminación, según la vista que tendrá la cocina.
Lo último es instalar los artefactos eléctricos, verificando las instalaciones de gas, agua y electricidad conforme sea necesario. En este punto sí convendrá contar con los servicios de profesionales matriculados, para que extiendan los certificados adecuados y para proveer la mayor seguridad en el armado de la cocina.
