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Versión para imprimir del artículo Características de las cañerías a la vista. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Atrás han quedado los días en los que reparar una cañería significaba picar los muros del hogar, arruinando la estética y rompiendo más cerámicos de los que logramos conservar. Esto sólo nos dejaba con parches de concreto delante de las zonas refaccionadas, o peor aún: cerámicos distintos a los originales.
Afortunadamente para quienes viven en zonas de climas fríos y variables, hoy la tendencia es la de dejar las cañerías a la vista. Pero con algunos trucos que permiten incorporarlas a la estética de cada ambiente, logrando así una solución constructiva ideal para hacer reparaciones de manera limpia, estética, e inmediata al momento en el que notamos un desperfecto. Pero no sólo eso: también se logra un aspecto industrial y moderno genial, y podemos proyectar la labor para que las cañerías a la vista cumplan funciones complementarias que seguro te encantará incorporar a tu proyecto de construcción.
Si tu proyecto incluye cañerías de PVC, termofusión y otros sistemas plásticos, resistentes pero poco estéticos, podrás montarlas y luego pintarlas con esmaltes metalizados para simular cañerías de aleaciones y metales tradicionales. Esto economizará el trabajo, al tiempo que aprovechará las ventajas de los materiales modernos, más livianos y económicos. También puedes usar cañerías tradicionales de plomo, hierro y cobre, logrando un acabado más estético al proyecto.
Dependiendo del material elegido, podrás aplicar esmaltes sintéticos y otros para darle a las cañerías a la vista el color que quieras. Siempre ten en cuenta la seguridad a la hora de decorarlas, destacándolas en su función y evitando la oxidación o la corrosión de los sistemas, escogiendo adecuadamente el material decorativo a aplicar.
Las cañerías se montan a los sistemas de modo tradicional, pero se las dirige por el frente de los muros y en alturas considerables (normalmente flanqueando el techo), para evitar que interrumpan el uso de los muros para aberturas, sistemas eléctricos y decoración. La manera de moda de utilizar esta técnica es dirigir las cañerías a la vista de modo que vayan formando caminos, unas cerca de otras, con no más de dos centímetros de separación entre ellas. Así se logra una estética muy decorativa en los muros planos, solución adecuada cuando no se proyecta incorporar alacenas, aberturas u otros elementos funcionales a la obra de cada habitación.
Una gran ventaja de esta técnica está en los proyectos de recuperación de viviendas, y en las reparaciones. En lugar de romper la estructura, simplemente se elimina la conexión al sistema convencional existente, y se la reemplaza por las nuevas cañerías a la vista. En este caso, recuerda sopletear a presión los tubos internos a los muros y sellarlos en ambos extremos, para evitar que quede allí humedad, vapores, gases, y para evitar que las plagas aniden dentro.
Por su resistencia y belleza, las cañerías a la vista pueden valerse de codos para lograr ángulos y formas llamativas, que se sujetan a las paredes con abrazaderas de medio círculo u otros sistemas. Esto permite cambiarlas de lugar y forma, o también repararlas con mucha más facilidad, simplemente liberándolas del muro cuando fuera necesario.
Por otro lado, tener las cañerías a la vista tiene también otras funciones. El paso de agua caliente puede significar un plus de calefacción a los ambientes, quizás poco perceptible en el ambiente, pero genial para secar la ropa en climas húmedos o para entibiar las toallas mientras tomas un baño caliente. También pueden ser complementos ideales en la decoración, permitiendo colgar de ellas los utensilios de la cocina, cuadros y fotografías enmarcadas, y virtualmente todo lo que quieras.
