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Versión para imprimir del artículo Cómo hacer un invernadero económico. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Una manera genial de mejorar el paisaje en tu jardín y la calidad de tus alimentos de huerta, tus plantas y tus aromáticas, es hacer tu propio invernadero. Pero a veces la compra de las maderas tratadas para humedad puede complicarse y, al mismo tiempo, tienes montañas de sobrantes de tu proyecto de construcción, o quizás en el mercado abundan las ofertas de instalaciones eléctricas justo cuando tú no necesitas nada de eso. ¡Pero tenemos la solución!
Lo primero es liberar y nivelar el terreno que vayas a usar para hacer tu huerta económica. Ten en cuenta que debe tener cierta dimensión para poder cultivar diversos productos y para que puedas ingresar y poder caminar con comodidad, pero tampoco debe ser demasiado grande como para acaparar el paisaje de tu jardín o incomodar su uso.
Prepara la zona liberándola de muebles, macetas (tiestos), canteros con especies que no sean tropicales o para invernadero. Nivela el terreno si fuera necesario y, en caso de que no tengas la tierra suelta, apalea para renovar la tierra y colocar césped de sombra, tierra compacta o gravilla. Recuerda que el césped común, la chépica u otras no prosperarán sin sol directo.
Los caños para instalaciones eléctricas son uno de los materiales más prácticos y económicos que podemos encontrar en el mercado, entre los que tengan esta versatilidad y utilidad para interiores y exteriores por igual. Son caños de un material plástico que no se oxida, corroe ni resquebraja con los cambios de temperatura, que es fácil de cortar con una sierra común, y que tiene suficiente flexibilidad como para lograr grandes arcos. Además, es económico y podrás encontrar, con gran facilidad, piezas de conexión útiles y fáciles de colocar.
Para hacer el invernadero crearemos un sistema de arcos, una suerte de túnel. Corta, por cada arco, dos tramos de caño para instalación eléctrica (pueden ser más tramos unidos por conectores, si fuera necesario). Usando varas, entiérralos y clávalos a ambos lados del invernadero. Flexiónalos y únelos en la cima con un conector en T común, repitiendo en el otro extremo del invernadero. Crea el resto de los arcos del cuerpo, reemplazando el conector en T simpe por uno doble (de cruz). Por último, fija recortes de caño uniendo las cimas por los conectores, para dar más estabilidad. Si tu invernadero fuese grande y quieres darle más estabilidad, puedes colocar más conectores en T simple y de cruz en los laterales.
Con el cuerpo listo, tiende plástico reforzado blanco incoloro a modo de carpa, y únelo a la viga superior con precintos plásticos, atravesando el plástico y envolviendo los caños. Acomoda el plástico en la pared posterior, fíjalo, y luego fija los laterales. Si quieres lograr ventilación, recorta el plástico de los lados para enrollarlo a modo de cortina, que puedas bajar cuando quieras, y reemplázalo en la estructura por malla plástica regular.
Por último, acomoda los lados de frente y crea la abertura, con un corte en vertical y cintas de velcro para cerrar o para mantener abierto, asiendo a los lados. Sólo resta poner mesones con tus plantas tropicales y tus cultivos favoritos, y disfrutar de los logros de tu invernadero económico, creado en el día, y con muy poco esfuerzo.
