Un muro simple de material de obra gruesa es todo un desafío. Pensamos en el costo de los revestimientos convencionales y nos aterramos de imaginar cuánto harán crecer nuestro presupuesto, incluyendo no sólo el material sino también la contratación de mano de obra calificada. Pero hoy tenemos una genial solución para ti, un revestimiento de piedras falsas (airstone, piedra difusora) que puedes hacer tú mismo, con algo de paciencia y dedicación y por una fracción del costo de construcción.
Para hacer este revestimiento necesitas, primero, calcular la superficie del muro a revestir. En base a esta medida, adquiere piedra falsa o airstone del estilo y tamaño que prefieras. Esta “piedra” no es natural, sino que es una composición de materiales muy liviana, de pequeño perfil (son delgadas) y tienen laterales planos, un frente símil piedra natural, y un dorso poroso e irregular que permite su adhesión al muro.
Las piedras quedan mejor cuando las acomodas en diferentes tamaños. Al adquirirlas, verás que son bastante similares en sus dimensiones, pero puedes cortarlas fácilmente con una sierra circular o de banca, teniendo precaución y usando elementos de seguridad pertinentes: es un material liviano y blando, pero puede liberar astillas que pongan a riesgo tus ojos y tu piel. Estos cortes no sólo te ayudarán a lograr distintos largos de las piedras, sino también a crear las astillas y listones para rellenar los intersticios a los lados o en el perfil superior del revestimiento.
En el mercado encontrarás un producto que es en verdad tentador para este proyecto: el adhesivo para airstone o revestimiento de piedras falsas. Su composición es la ideal para hidratar y adherir a la perfección, y en un tiempo de secado muy bajo sobre muros de concreto y material. Pero también puedes usar adhesivo de construcción, que cumplirá bien el trabajo y hasta puede ser más económico que el especializado.
Las piedras, bien acomodadas, se posarán unas sobre otras sin dejar espacios. Los que pudieran quedar pueden ser rellenados con las astillas y cortes menores, sin necesidad de agregar pastilla ni rellenador alguno. De todos modos, si quieres hacerlo, puedes agregar pastina de adhesivo fortificado, emparejándolo con los dedos al momento de su colocación, y hasta podrías agregar pastina de cerámicos si es el estilo que buscas crear.
1) Limpia y libera la zona de trabajo. Cepilla el muro para quitar residuos, y comprueba si es necesario realizar alguna refacción o relleno de grietas. Puedes limpiar con lavadora a presión, si quieras y si la habitación lo permite.
2) Comienza a trabajar desde la hilera inferior. Aplica el adhesivo para las piedras con una llana dentada, creando las muescas que permitan una mejor adhesión. Fija las piedras, comenzando por una esquina y en línea horizontal, asegurándote de que se posen muy bien en el suelo. Golpea suavemente con el asa de la llana o cuchara, o también con un martillo de goma, y usa un nivel de burbuja regularmente para comprobar que las piedras estén quedando bien horizontales.
3) Sigue colocando las hileras, procurando alternar los tamaños y colores de las piedras. Cuando hayas hecho unas 5 o 6 hileras, comprueba si hay grietas o separaciones que necesites rellenar antes de que seque el adhesivo. Recuerda comprobar la línea con el nivel de burbuja, rotando las piezas o rellenando las zonas necesarias con astillas.
4) Ya completo, no será necesario apuntalar el revestimiento debido al bajo peso de las piedras falsas. Sólo necesitas dejar secar con la habitación ventilada, y agregar la pastina si es lo que prefieres, o un barniz protector, aunque este material está listo para lucirse tal y como está.