Versión para imprimir
Versión para imprimir del artículo Calefacción por piso radiante eléctrico. No incluye formatos especiales ni imágenes.
El sistema de calefacción por piso radiante (también conocido como suelo radiante, losa radiante o hilo radiante), es uno de los más eficientes sistemas para calentar una casa. El suelo radiante garantiza un calor parejo en todo el ambiente, tanto en sentido vertical como horizontal, y mantiene la humedad ambiente.
La calefacción por piso radiante puede ser por circulación de agua caliente (en cuyo caso se necesita una caldera para calentar el agua) o por electricidad. Este último sistema es más económico, más fácil de instalar, y puede regularse a gusto por medio de un termostato, cosa que con el sistema por agua caliente no se puede hacer. El suelo radiante eléctrico puede funcionar también alimentado por energía solar, lo que garantiza aún más un consumo eficiente de energía.
En los pisos radiantes eléctricos lo que se distribuye por debajo del pavimento es un cable calefactor específico para este uso. Cada ambiente tiene un circuito independiente, conectado a un termostato individual para regular la temperatura, pudiendo incluso apagarse cuando el ambiente está vacío. Este sistema permite un ahorro mayor de energía, ya que se puede programar la temperatura máxima deseada, y el sistema se apagará automáticamente al alcanzarla, volviendo a conectarse solo cuando la temperatura descienda.
El cable calefactor se coloca sobre una base aislante extendida sobre el forjado, sostenido por guías de anclaje. Sobre éste se hará el pavimento, que se podrá revestir a gusto. La mezcla de asiento no debe ser inferior a 3 o 4 cm de espesor. Desde el forjado hasta el revestimiento (inclusive) no debería haber menos de 6 cm. de espesor. Es importante tener en cuenta que la calefacción no podrá funcionar hasta 15 días después de colocado el revestimiento del suelo.
También hay sistemas de piso radiante por electricidad que no necesitan la capa de mortero por encima, sino que puede colocarse directamente debajo del revestimiento del piso, con pegamento, facilitando la instalación cuando hay poco espesor para la instalación tradicional.
A la salida de cada cable calefactor se coloca una caja de registro que permite controlar su funcionamiento; luego se ubica el termostato y, finalmente, la caja de empalme a la red eléctrica.
