Se trata de una mezcla arcillosa cocida a alta temperatura, lo que asegura una correcta deshidratación y una masa pareja en consistencia, siendo así más resistente que su símil, el cerámico. Es de elevado costo de compra, pero fácil de colocar y de muy económico mantenimiento, en especial cuando se lo coloca apropiadamente, al nivel y sin juntas visibles.
Se puede revestir pisos, muros y superficies con porcelanato, siendo los primeros los más convencionales. Su dureza y resistencia lo hace adecuado para diversos ambientes del hogar, aunque su elevado costo y elegante apariencia lo prioriza en su colocación de salas, comedores y livings.
El porcelanato es ideal para exteriores, por su resistencia, aunque se lo suele emplear en interiores por su elegancia. Sus capacidades lo habilitan también para la colocación en cuartos de baño y cocinas, y también en habitaciones de alto tránsito.
El porcelanato es muy resistente al alto tránsito, y por su dureza, comparable al de las piedras naturales, aunque de menor costo que estas. Tiene una mínima absorción de líquidos, facilitando su limpieza y mantenimiento, pues resiste bien las manchas. Es también resistente a los climas extremos, en especial a los fríos. Resiste la abrasión y los químicos con gran eficiencia.