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Versión para imprimir del artículo Diferentes tipos de piedras para pisos . No incluye formatos especiales ni imágenes.
De mármol, granito, terracota, laja... son muchos los tipos de piedras aptos para la construcción de pisos. Analicemos las bondades y características de cada uno.
El mármol es una de las piedras más elegantes. Es resistente y tiene una impermeabilidad única, lo que hace de su limpieza algo en verdad sencillo: sólo requiere trapear con agua y jabón neutro, luego enjuagar, y secar para evitar manchas de agua. Una vez por año, si lo deseas, puedes hacerle un pulido por abrasión, para realzar su brillo natural.
Los hay en muchos colores, a partir de sus vetas únicas e irrepetibles formadas de diferentes minerales. Su elegancia y brillo son incomparables, lo que hace que sea una de las piedras más costosas en el mercado. Las variedades más habituales son el mármol de carrara de base blanca, el botticino de base verde, y el de verona de base roja.
Una variedad de mármol cada día más popular, esta piedra de color beige tiene un aspecto algo más rústico y una porosidad algo mayor. Mediante tratamientos cobertores se rellena y convierte en una superficie lisa, compacta e impermeable, en variedades natural, mate y brillante.
Muy similar al ladrillo de construcción, la terracota es una arcilla cocida a alta temperatura, a menudo esmaltada y a prueba de manchas. Es resistente al tránsito aunque no tanto a los golpes. Su aspecto es más natural, y es la gran elegida para pisos de exterior y hogares de estilos rústicos.
La piedra laja es una belleza natural sin igual. Es muchísimo más económica y se presenta en una amplia gama de colores y texturas, además de cortes más llamativos debido a su contextura. Suele curarse con productos que las aíslan e impermeabilizan, pues al natural son muy sensibles a las manchas.
Esta piedra es, quizás, la más versátil en cuanto a colores disponibles: dorados, rosados, naranja, claros y hasta casi blancos. Se suelen utilizar en baldosas moldeadas, y son muy elegidas para zonas exteriores de tránsito, como terrazas, pórticos y otras. También son una buena opción para cocinas, bien colocadas e impermeabilizadas con productos específicos.
