Conoce los tipos de luces con sensor de movimiento y las bases comunes para su mejor instalación.
Pasos para instalar luces con sensor de movimiento
Instalar
luces con sensor de movimiento puede ser una genial incorporación a tu obra,
desde sus inicios. No sólo aportan un plus de seguridad en las zonas de acceso
y las exteriores, sino que también nos dan la practicidad durante las noches y
en áreas de cierto peligro, como las escaleras.
Tipos de luces con sensor de movimiento
El modelo más básico es el de ampolletas incandescentes que pueden dirigirse de
manera individual, abarcando así zonas más amplias simultáneamente. El sensor
de movimiento (la célula) se ubica al centro y se orienta para leer el espacio
a la altura deseada, contemplando la altura adecuada si tienes mascotas. En
general, este tipo está sellado de modo hermético, siendo adecuadas para la
intemperie, y puede activarse manual o automáticamente.
También
para zonas exteriores y amplias (incluyendo la vereda, cochera y zonas de
acceso) puedes optar por el reflector, o de ampolleta halógena de hasta 500W.
El artefacto, integrado al sensor, se instala en esquinas, orientado al suelo
para evitar encandilamiento, y suele funcionar sólo mediante la lectura del
sensor (aunque siempre puedes adaptarlo para elevar la sensibilidad, en la
mayoría de los modelos).
Finalmente,
para dentro de casa puedes elegir las luminarias de interior con sensor de movimiento, más decorativas y
con distintos sistemas (incluyendo bajo consumo) para colocar en escaleras, la
cochera, las zonas de paso o cualquier sitio de tu hogar. En general, no son
sistemas integrados, sino células que se adapta a las
luminarias preferidas, aunque en el mercado también podrás encontrarlas en una
misma pieza y en terminaciones más decorativas.
Detalles para instalar luces con sensor de movimiento
Lo primero
es definir con precisión el sitio de colocación del tipo adecuado de luz con
sensor de movimiento. Recuerda que los sensores hacen una lectura en una figura
cónica, que puedes reducir si fuera necesario cubriendo el protector con cinta
adhesiva aisladora hacia los lados, evitando así que detecte plantas grandes,
la zona pública de tránsito o lo que quieras evitar. En lo posible, procura
cierta protección al sistema ubicándolo bajo un techo, alero o al reparo de
vientos fuertes, pero lejos de calefactores, artefactos que emitan gases y
calor (como el calefón o la cocina), por seguridad.
Por otro
lado, procura que el sensor no apunte directamente al horizonte donde pudiera
recibir los rayos del sol de manera directa. También deberías evitar que reciba
los reflejos de cristales, metales, la piscina y otros, pues afectan la capacidad de lectura de la célula.
También
debes regular el sensor en la altura a la que comienza la lectura, pues si
tienes mascotas y la célula lee desde los 20 cm del piso, los animales harán
encender la luz casi de manera permanente. Para ello, ubica el artefacto a no
menos de 240 cm desde el suelo, teniendo más holgura para su adecuación y
conservando buen rango de lectura. Prueba la ubicación antes de fijar el
sistema al muro o techo, para estar seguro de instalar un sistema óptimo.
Finalmente,
siempre ten en cuenta las medidas de seguridad básicas: trabaja con implementos
en buen estado y con el suministro eléctrico interrumpido, por seguridad. Aísla
adecuadamente cada conexión con cinta eléctrica, y respeta el código de colores
de los sistemas (en general: blanco es neutro, verde o amarillo es tierra, y
rojo, negro o azul es el vivo). Ante cualquier duda, contrata los servicios de
un electricista matriculado para esta y otras labores.