Las piscinas naturales, también llamadas ecológicas, son la última tendencia en piscinas familiares, por sus múltiples ventajas: no necesitamos materiales para construir una; no usa productos químicos para el mantenimiento del agua; es amigable con el medioambiente; crea un entorno estéticamente armónico con el paisaje que la circunda. Además, las posibilidades de diseño son muchisimas y para todos los gustos.
El sistema de filtrado de la piscina natural se basa en la colocación de plantas acuáticas y piedras en determinados sectores, que limpian el agua del mismo modo que sucede en ríos y vertientes, en la naturaleza. A diferencia de un estanque natural, en la piscina ecológica la zona de natación y la de filtrado se encuentran diferenciadas.
La piscina en sí misma es simplemente una excavación de la profundidad, tamaño y desnivel deseados, que se cubre con una capa no muy gruesa de arena en el fondo, y sobre la que se coloca una lona o plástico impermeable de mayor tamaño que el de la excavación, para que sobresalga hacia los bordes. El fondo puede cubrirse con piedra plana o piedra bola, o cualquier piedra lavada sin bordes. Se sugiere una parte profunda de no menos de 1,50 mts ya que, si toda la piscina es de poca profundidad, el agua se calienta muy rápidamente.
En los laterales de la piscina se diseñan sectores con piedras y plantas acuáticas (jacintos de agua, nenúfares, juncos, lentejas de agua, etc.), delimitados por piedras o maderas recicladas tratadas con impermeabilizantes. Las zonas de filtrado quedan, de este modo, separadas de la zona de natación. Es necesario dedicar a la zona de filtrado una superficie equivalente a los 2/3, como mínimo, de la zona de nado.
Los bordes sobrantes de plástico impermeable, una vez llenas la pileta y las zonas de filtrado, se recortan o cubren con lajas o madera.
Debemos tener en cuenta que en las piscinas totalmente naturales el agua no es cristalina, ya que en el fondo suelen formarse algas. Una o dos veces al año es necesario hacer una limpieza y retirar la biomasa sedimentada en el fondo. Hay también piscinas naturales que usan bombas de mayor o menor potencia para el filtrado y circulación del agua. En esos casos, a mayor potencia de la bomba, menor superficie de plantas acuáticas se necesita.
Con bomba o sin ella, si usamos plantas para el filtrado del agua, siempre estaremos evitando el uso de los productos químicos como el cloro, alguicidas o clarificadores, por lo que no deja de ser una piscina natural, aunque en algunos casos acudamos a la técnica para ayudar al mantenimiento.