Las cubiertas para piscinas climatizadas son imprescindibles para mantener la temperatura del agua y reducir los costes de climatización. Hasta hace algunos años, pensar en piscina cubierta era pensar en una piscina bajo techo. Pero, actualmente, tenemos la posibilidad de instalar cubiertas móviles, que cubren y descubren la piscina según nuestro gusto.
Las cubiertas para piscinas se dividen en dos grupos generales, dentro de los cuales encontraremos distintas opciones: cubiertas bajas y cubiertas altas. Las cubiertas bajas se elevan a no más de 1 metro del nivel del piso, y se usan sólo para cubrir la piscina cuando no está en uso. La baja altura produce un efecto invernadero que ayuda a mantener el agua caliente. Las cubiertas altas son las que permiten usar la piscina, aún estando cubierta.
Por otro lado, las cubiertas para piscinas pueden ser fijas o móviles. En el caso de las cubiertas fijas, éstas están adosadas de forma lateral, a un muro, o al piso, con sistemas especiales de sujeción. La estructura es de aluminio y los laterales y techo son de policarbonato. Los paneles laterales y/o frontales son deslizantes, para permitir el ingreso. En algunos casos, también puede elevarse alguno de los paneles del techo.
Las cubiertas móviles son llamadas telescópicas. Se trata de módulos independientes, de los cuales uno puede ser fijo, y el resto son retráctiles. Los módulos se van deslizando uno sobre el otro hasta descubrir total o parcialmente la piscina. La operación se realiza con un mando a distancia. El sistema de deslizamiento puede variar: con ruedas, sobre guías fijadas al piso, etc. También varían las aperturas: laterales o frontales. La posibilidad de combinaciones es amplísima y a gusto.
Estas cubiertas vienen en tamaños estándar o se fabrican a medida. Las cubiertas bajas se entregan en kits y su sistema es tan sencillo que podemos armarlas nosotros mismos.