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Revestimiento decorativo para paredes
Ventajas y características del revestimiento o revoque decorativo para paredes.
Existe en el mercado una línea de revoques acrílicos texturables, que tienen la gran ventaja de no necesitar ninguna otra terminación, por lo que se elimina el revoque fino, el enduído y la pintura. Esto resulta en una gran economía en tiempo, materiales y mano de obra. Además, se puede usar tanto en interior como en exterior.
Este revestimiento es un compuesto de elastómeros acrílicos y otros materiales con diferente granulometría, por lo que permite imitar el acabado que dan distintos materiales. La gama de colores, además, es increíblemente amplia. A la vez que decora, protege contra la humedad y la erosión, es resistente al agua y los rayos UV. Además tiene una alta adherencia, y no se decolora ni se agrieta con el tiempo.
Este revestimiento decorativo viene listo para usar y se puede aplicar sobre paredes nuevas o viejas. No sólo eso, adhiere perfectamente sobre las más diversas superficies: madera, placa de yeso, fibrocemento, cartón, hormigón, revoque grueso, chapa, etc. La única condición es que la base esté limpia, seca, libre de manchas de humedad, y sea lisa y pareja. Si no fuera así, es aconsejable emparejar primero. En caso de ser una pared pintada, se debe cepillar y rasquetear previamente, a menos que la pintura se encuentre en excelente estado. En superficies muy absorbentes, es conveniente aplicar primero un sellador. Para aplicar sobre hierro, éste debe tener una mano previa de antioxidante.
Seca por evaporación en sólo 4 horas en verano, y en hasta 12 horas en invierno, aunque algunas marcas sugieren esperar hasta 10 días para un secado total. Hay que tener en cuenta, en su aplicación, que cuanto mayor el grano de la textura, más gruesa debe ser la capa a colocar. Según la textura elegida, se aplica con rodillo (para grano más fino), o con llana plástica (grano mediano a grueso).
Con este revoque acrílico decorativo se pueden obtener distintos tipos de textura: salpicado, granallado, travertino, girado, etc. Por lo general, se da una primera mano de base, con pincel o soplete, y luego una segunda mano, que es la que se texturiza.
