Una escalera es un elemento constructivo por el cual se pueden comunicar ambientes que se encuentren a diferentes alturas. Las escaleras pueden ser fijas, móviles o transportables. La que encontramos en el interior de una casa o edificio de apartamentos es la escalera fija.
Para poder explicar los tipos de escalera, necesitamos conocer los nombres de las diferentes partes que la componen. Por un lado, tenemos los peldaños o escalones, que son los elementos para apoyar el pie; tenemos la barandilla o baranda, que es la estructura que sostiene al pasamanos; la contrahuella, que es el plano vertical entre escalones, y que determina la altura del peldaño; y el descansillo o descanso, que es el lugar en que se unen dos tramos de escalera.
El tipo de escalera se define por la cantidad de tramos y la dirección de los mismos.
La escalera más sencilla es la de un solo tramo, o la de dos tramos en la misma dirección, separados por un descanso. Se denomina escalera recta.
Otra de las formas más habituales es la escalera en L, en la que tenemos un primer tramo de escalera, un descanso, y luego un segundo tramo, dispuesto en forma perpendicular al primero.
Parecida a ésta es la escalera de ida y vuelta, compuesta por un tramo, un descanso, y luego un segundo tramo en dirección opuesta al primero.
La escalera imperial es una escalera muy imponente que tiene un tramo central de ida, y dos tramos de vuelta, uno a cada lado del primero. También se puede diseñar a la inversa, subiendo por los laterales y bajando por el centro.
La escalera compensada combina tramos rectos con tramos curvos, pero sin descanso entre uno y otro. La escalera mixta o de herradura es un tipo de escalera compensada, que tiene un tramo de escalones, luego del cual viene un descanso semicircular, y continúan en otro tramo e escalones, en dirección opuesta al primero.
La escalera de caracol es una escalera sin descansos, que hace un recorrido en espiral ascendente continua, con los escalones dispuestos alrededor de un eje central.
El tipo de escalera elegido deberá adaptarse al espacio disponible, al estilo de la construcción, y a la composición familiar (no es lo mismo una casa con y sin chicos, o donde habitan personas mayores). Con respecto a los materiales, prácticamente cualquiera puede adaptarse a una escalera: hormigón, madera, chapa, vidrio, metal, etc., aunque siempre deberá guardar relación con el diseño.