El cemento es uno de los prioritarios materiales de la construcción utilizados para viviendas, edificios, puentes, y todo tipo de construcciones. Es el elemento imprescindible que permite erigir despliegues verticales resistentes, con una flexibilidad adecuada a los terrenos, y es también muy versátil en su uso.
El cemento es una mezcla conglomerante elaborada a partir de la hidratación en agua de caliza y arcilla molidas, a las que se añade áridos como gravas y arenas para adquirir mayor fortaleza. Se mezclan los componentes secos y, luego de su hidratación, ha de aplicarse prontamente, pues se secado es relativamente rápido. Esta mezcla hidratada propicia una pasta flexible y plástica, muy uniforme (si los secos han sido bien molidos, claro) que al secar o fraguar adquiere una dureza y una resistencia únicas. También se trata de una pieza flexible, soportando bien las fluctuaciones y movimientos de la tierra.
Para su colocación en la construcción se vale de encofrados, vigas y columnas, de modo de aportar mayor firmeza a las piezas, dado que el cemento seco es un tanto pesado. También es muy versátil, pues el cemento puede tratarse con propiedades antihongos, combatientes de la humedad o impermeabilizantes, y también puede pintarse o pigmentarse.
Dependiendo de su técnica de aplicación, el cemento puede alisarse al punto de lucirse tal cual, o puede ser parte de los cimientos en la construcción.
El cemento es una de las partes fundamentales de la construcción, solo, en la mezcla de hormigón, o en la formación de concreto.
Hay una variedad de tipos de cemento, designados a partir de su composición. Cada variante de este material tiene sus mejores usos y aplicaciones, en los distintos sectores de la construcción:
El cemento portland es un cemento cocido en su materia prima. Ya molidas, se cuece las calizas y arcillas a unos 1500°C, formando al enfriar el llamado clinker, al que se agrega piedra o yeso natural previo a la hidratación. También se puede agregar silicatos y aluminatos.
El cemento portland también puede ser derivado en cemento con adiciones activas, que es la mezcla a la que se añade hasta un 35% de otros componentes: escoria siderúrgica, humo de sílice, puzolana natural y calcinada, ceniza volcánica silícea, ceniza calcárea y caliza. También puede convertirse en cemento resistente con sulfatos.
El cemento siderúrgico es la mezcla del clinker del portland y un regulador de fraguado, con escoria siderúrgica. Es un cemento frío (no eleva su temperatura al comenzar el fraguado, a diferencia de la mayoría de los demás mencionados), y es activo hidráulicamente.
El cemento puede componerse también de aditivos que trabajen mejorando sus propiedades elásticas, hidráulicas o también su aspecto. Puede pigmentarse y pintarse, alisarse y tratarse, y modelarse y formar con él piezas independientes que, posterior al fraguado, se acoplan a la construcción. La construcción con piezas premodeladas de cemento acelera los tiempos de espera, y asegura una buena fijación y resistencia, pues se trata de piezas correctamente curadas y fraguadas de antemano a la construcción, en recintos controlados.