El arquitecto es el profesional a quien encomendamos el diseño de nuestro hogar o construcción. Aunque es también mucho más que eso: es el diseñador, planificador, a menudo también hace las veces de ingeniero y de realizador de cálculos, compras, asesor legal e inspector. Por eso, la elección del arquitecto es un detalle no menor a la hora de construir una residencia o cualquier edificación.
El arquitecto es el vínculo entre el cliente y la construcción. Es quien interpreta los deseos y necesidades, les da forma según un presupuesto o la disponibilidad de la familia, y luego se encarga de coordinar la ejecución de esta obra. Así, puede estar vinculado a casi todos los aspectos de una construcción, de una u otra forma.
El procedimiento normal tiene un orden establecido: el cliente, primero, se acerca al arquitecto y le comenta sobre sus deseos, los estilos que le apetecen, la cantidad de espacio disponible, las zonas de actividad deseadas y muchos detalles más. El arquitecto, luego, comienza a diseñar un plan que vincule todas estas necesidades de un modo funcional, con las dimensiones del terreno y las capacidades de la obra en lo que respecta a posibilidad, disponibilidad en mercado, presupuesto y demás. A mayor vinculación y actividad, seguramente mayor será la cuota de cobro del arquitecto, por lo que debes asegurarte de elegir a un profesional experimentado, bien calificado, que pueda responder a tus necesidades y según tus capacidades, que esté bien vinculado con el mercado de la construcción, y que presente un presupuesto total que esté dentro de tus posibilidades.
Al igual que con cualquier profesional, una manera de elegir al arquitecto es analizando el mercado. Consulta a tus amistades y conocidos sobre alguno de confianza. Si ves una residencia o construcción que te agrade en su estilo y funcionalidad, consulta cuál ha sido el arquitecto encargado de la misma. Luego, haz una revisión online por nombre: en sus páginas web podrás ver fotografías de sus obras, su visión de trabajo, una breve biografía e, incluso, las referencias de antiguos clientes. Elige a no más de cuatro o cinco, y planifica una cita con ellos.
Al reunirte con cada arquitecto, asegúrate de contar con toda la información posible, para poder así presentar un proyecto bien detallado y obtener un presupuesto libre de sorpresas y faltantes. Consulta sobre sus contactos, sobre el constructor de su confianza, y sobre sus propias opiniones al respecto del diseño, del presupuesto y demás. Pregunta si tiene referencias en el municipio, y verifica al arquitecto también en la entidad de obras privadas de la municipalidad, de modo de poder conocer sus referencias respecto del cumplimiento de los códigos de construcción civiles.
Finalmente, consulta sobre el plazo estimado de ejecución de la obra con realismo y honestidad. Un arquitecto que cobre más pero que haga el trabajo en menos tiempo, de acuerdo a un plan, puede ser la opción ideal.
De este modo, cada profesional te hará sus propuestas para que puedas elegir a uno que comprenda bien tus necesidades, y cuyas labores puedas verificar con antiguos clientes, manteniéndote siempre en un presupuesto que quede al alcance de tus posibilidades.