Las botellas PET o plásticas, las de refrescos, son un verdadero fastidio en lo que respecta a la higiene y estética de cualquier ciudad. Son difíciles de reciclar, las que poseen esta capacidad, y son una constante amenaza a la fauna, a los cauces hídricos, y a la limpieza general de cualquier ambiente.
Por eso, planificamos darles nuevos usos en proyectos de recuperación, como esta idea que te presentamos para incorporar a tu obra: un cobertizo con el que puedes proteger el coche o cualquier elemento de los rayos del sol directos, del granizo, y procurar cierta sombra.
Para hacer este cobertizo necesitas tener la estructura adecuada. Puedes hacerla en caño o en madera, como prefieras, e incluso aprovechar medianeras y muros de construcción para dar apoyo. Luego, necesitarás una buena cantidad de botellas plásticas. En lo posible, consíguelas en un tamaño muy similar, ya sean de un mismo color o no; las de cuerpo liso son las mejores para la labor.
Para colocar el cobertizo tienes diversas opciones. Una es apoyar la pieza ya realizada sobre la estructura de soporte, sujetando con alambres o con adhesivos, y la otra es colgar la pieza de sogas resistentes, en lo posible sintéticas, para que resistan mejor el sol y las agresiones climáticas. Además, necesitarás adhesivo universal para pegar las botellas unas con otras. Este pegamento es ideal, pues no corroe al material y es resistente; sólo debes recordar dar el suficiente tiempo de secado.
Libera la zona de trabajo, en un área igual al cobertizo que deseas incorporar a la obra. Luego de limpiar las botellas (tanto de su contenido como de sus etiquetas), déjalas secar a la perfección antes de volver a colocar el tapón. Por una cuestión estética, puedes verter una pequeña cantidad de laca vitral de diversos colores, e incluso un poco de pintura para que el fondo de cada botella tenga un cierto encanto, permitiendo un acabado más decorativo.
Coloca las botellas apoyándolas en el piso, de pie, unas junto a otras. Puedes crear ondulaciones, o hacer un cobertizo recto, siendo esta la manera más simple de lograr este techo. Ve adhiriendo las botellas entre sí en sus puntos de contacto, sujetándolas con cinta adhesiva si fuera necesario, hasta que el pegamento fije y seque. Cuando ya hayas completado toda la estructura, en la cantidad de botellas necesarias, simplemente deja secar un día entero, para asegurar una fijación excelente.
Al día siguiente, sólo resta atar las sogas a los cuellos de las botellas portantes (o a todas, si lo prefieres), o apoyar el cobertizo sobre la estructura, fijando con adhesivo o cosiendo con alambres dulces, maleables y resistentes.