Toda obra parece empezar con el diseño del plano de la construcción, pero en verdad, se inicia mucho antes, con la elección del terreno. A menudo, elegir el lugar correcto es la clave del éxito para erigir la obra deseada, o puede ser la raíz de muchos problemas. Aprendamos qué debes analizar a la hora de comprar un terreno.
Uno de los detalles generales del terreno es su ubicación, en cuanto a la ciudad, cercanía a la urbe, posibilidad de ampliación y aprovechamiento. Los terrenos enormemente desnivelados pueden ser ideales para exteriores con plantas, o ser un desastre para la construcción de obras planas.
Así, lo primero a analizar es la ubicación. Si está en un barrio o en un sitio abierto, si el terreno cuenta ya con los servicios básicos municipales y de vivienda o no (contando agua potable, gas natural, electricidad y otros), y las características generales de este terreno. Proyecta a futuro en cuanto al desarrollo del sitio de ubicación. Si adquieres un terreno con una bellísima vista, analiza si en contiguo pueda haber construcciones que bloqueen esa vista a futuro, o si la construcción de un edificio bloquearía tu luz natural, y otros detalles.
A la hora de elegir el terreno debes analizar también su ubicación respecto de las actividades de vida. Si está cerca de la ciudad o demasiado alejado, si hay negocios y tiendas cerca, si está en un páramo que dificultaría salir por las noches o conseguir un taxi desde ese lugar. El terreno ideal debe tener cierta proximidad con los sistemas de emergencia (ambulancia, policía, bomberos), y contar con vías de acceso preparadas para el tránsito: las calles de tierra pueden inundarse en la temporada de lluvias, aislándote de la ciudad o dejando fuera a las visitas.
El nivel o la inclinación del terreno tendrá mucho por decir. Aunque será nivelado para la obra, recuerda que si está rodeado por desniveles y declives podría sufrir los improperios del clima. Una temporada de lluvias podría inundar tu hogar en un lodazal si tienes tu terreno junto a un declive, o el agua de la lluvia y la nieve podría estancarse si el terreno estuviese al fondo de un valle.
Si el terreno está en una zona en desarrollo, este será un buen signo. Cuantas más familias se asienten en la zona desamparada, mayores posibilidades habrá de la llegada de los servicios de bienestar. Teléfono, internet, recolección de residuos, TV por cable o satelital, alumbrado público y otros se sumarán a los servicios básicos, cuando el sitio del terreno vaya creciendo en desarrollo civil.