Estamos en casa, sin demasiados pensamientos ni preocupaciones, y de pronto se aparece ese temido monstruo que amenaza nuestra tranquilidad: hay ruidos en las cañerías. De rebote, como de canicas que caen, de pequeños y repetidos golpes. Sabemos que puede deberse a un problema serio, o a uno de fácil solución. ¿Qué es lo que debemos hacer?
Ante todo debemos buscar la razón de ese ruido, basándonos en cómo se hace el sonido, y dónde se ubica. Usa un estetoscopio o un vaso de vidrio para escuchar dentro de la pared, antes de tomar el mazo y desbaratar el muro.
Una vez notes dónde está el ruido, analiza cuál es la cañería en cuestión. Abre los grifos y nota si hay sonidos huecos, si el agua sale abruptamente, si hay aire en la tubería. En este caso, simplemente debes purgar, abriendo el paso desde todos los grifos del hogar, y siempre comenzando por las cañerías más lejanas al termotanque, calefón, o al ingreso principal del agua.
Una vez que notes que el agua sale normalmente, cierra las llaves y presta atención, para ver si el sonido se repite; recuerda cerrarlas en orden inverso al que las abriste, es decir, comenzando por la más cercana a la fuente emisora.
Si luego de usar el agua fría o caliente notas un sonido como de silbido o de taladrado, lo más probable es que el problema se deba a un grifo que no tiene buen cierre. Analiza cada abertura de agua, incluyendo las del sanitario, las canillas del jardín, para comprobar que no tenga pérdidas ni un mal cierre. Este es un problema sencillo de solucionar que te evitará trabajos de albañilería innecesarios.
Ya purgadas las cañerías de aire, comienza a dar pequeños golpes a la pared para notar si hay vacío en la estructura. Un problema de cañerías, con su correspondiente pérdida de agua, puede carcomer y corroer los materiales, dejando un espacio abierto que puede no ser evidente en la superficie externa. Si notas un sonido hueco o manchas de humedad en el muro, es el momento de ponernos agresivos.
Tomando las medidas necesarias, desbarata el sector de muro afectado. Si no sabes cómo hacerlo o si temes comprometer la estructura, contacta a un constructor o especialista. Una vez abierta la pared podrás analizar el caño, reparando fisuras o haciendo cambios necesarios para evitar fugas.