Al igual que las ventanas, los tragaluces deben ser seleccionados y colocados de acuerdo a los requisitos de la obra, en relación al clima y ambiente de la zona. Si se trata de un pasillo o un corredor sin ventanas, seguramente se buscará la capacidad de absorción de la luz solar; si fuese en un clima frío, se necesita que evite la fuga de calor y fomente el ingreso del sol, mientras que si fuese un clima caluroso seguramente se buscará la ventilación de la zona, lo mismo que sucedería en un ambiente propenso a la humedad, como un cuarto de baños o de lavado.
Una vez definidos los requisitos, podrás hacer la mejor selección de la pieza. Hay muchas opciones en el mercado, desde materiales hasta diseños. Los hay a nivel y elevados (que crean un recoveco que favorece la ventilación de la zona y el retiro del calor y la humedad retenidas), los hay de vidrio o de materiales plásticos y polímeros, y también en armazones de material, ladrillos de cristal o metálicos.
El tamaño del tragaluz es bastante importante. Uno demasiado grande puede propiciar la fuga de calor, mientras que uno demasiado pequeño o en una altura inadecuada no iluminará en su máxima potencia, sólo por citar dos ejemplos.
Como regla o referencia, se considera que el tragaluz (unitario) nunca debe ser mayor al 5% de la superficie del piso donde estará ubicado. Es decir, si lo instalarás en un corredor de 5 m2, el tragaluz unitario debiera ser de unos 25 cm de tamaño (diámetro o lado, dependiendo de su forma). También se lo suele calcular por volumen de la habitación, esta vez calculando el 15% del tamaño total.
En lo que respecta a la posición y ubicación de la claraboya, se priorizará la capacidad que se quiere aprovechar. Un tragaluz en altura y con forma cóncava absorberá mejor la temperatura, evitando también las inclemencias de vientos y la acumulación de agua y nieve. Uno plano y colocado a nivel, en cambio, tendrá mejor traspaso de la luz y será mejor para refrescar la habitación.
Los tragaluces en altura pueden complementarse con rejillas de ventilación. Estas son las claras elecciones en cocinas, sanitarios, corredores encerrados, áticos o habitaciones en planos superiores y en cuartos de lavandería, pues ayudan a ventilar la zona, mejoran la calidad del aire, y son menos efectivos en lo que respecta a la conservación del calor interno.
Finalmente, recuerda que puedes instalarlos en unitario o en conjuntos. Incluso se puede jugar con las formas, colocando –por ejemplo- dos tragaluces a nivel y planos, que envuelvan a ambos lados uno circular o uno elevado. Esto tendrá “lo mejor de ambos mundos”: la luz, la temperatura, y la seguridad, además de la ventilación.