Cuando emprendemos un proyecto de construcción, a menudo nos reunimos con el arquitecto sin tener una idea específica de lo que en verdad queremos. Pero este no es el camino más adecuado: primero debes considerar cómo es que tu obra debe ser. Mucho más cuando se trata de tu futuro hogar: debe ser funcional, cómodo y adecuado a tu vida y confort familiar.
La cocina es verdaderamente el corazón del hogar. Si piensas, allí preparamos desayunos, almuerzos, meriendas y cenas; es donde comienzan y donde terminan nuestras reuniones; en donde más lugar necesitamos porque realizamos muchas tareas. Por ello, el diseño de este espacio debe ser de acuerdo a tus gustos, pero también a tus necesidades y realidades.
¿A qué nos referimos por “realidades”? Pues a la vida de cada uno. En el diseño de la cocina hablamos de espacio “suficiente”: adecuado para las actividades que normalmente realices (quienes amasen sus propias pastas caseras bien sabrán del valor de tener una mesada amplia y libre), de los electrodomésticos que tengas, y de la cantidad de espacio de guarda que quieras en este sitio: si vas a tener la alacena allí mismo, la máquina lavavajillas, el microondas, horno empotrado o bajomesada, y más.
Pero no es sólo aquello que realicemos lo que define el diseño, sino también cómo lo hacemos, incluso con quién. La cocina es un sitio de potencial peligro, pues se trabaja con fuego, gas, agua y electricidad combinadas. También el diseño debe ser eficiente en lo que respecta a consumos. Así, la nevera no debe estar cerca de una fuente de calor, como así también el horno y los quemadores (hornallas) no deben estar a merced de corrientes de aire, como cerca de una ventana.
La instalación de extractores y detectores de humo puede ser fundamental en las cocinas, de acuerdo al diseño de la iluminación, conductos de gas y agua, ubicación y orientación, y más. A su vez, la iluminación y la ventilación natural son elementos que seguramente queremos incluir en esta concurrida habitación de casa: así, necesitamos la nevera lejos del horno, el horno lejos de la ventana, pero sí una ventana o una claraboya presentes.
Recuerda que también debemos considerar la estética en el diseño de la cocina, pero no por meras cuestiones visuales, sino también por seguridad y practicidad. Los revestimientos escogidos deben ser resistentes a cambios de temperatura, a la humedad y al alto tránsito, a la vez que fáciles de mantener y a prueba de resbalones. Sólo a modo de referencia, te contamos que los cerámicos son los más elegidos, le siguen las piedras naturales, y también las maderas laqueadas y con tratamientos especiales para los pisos.