Cada obra convencional de construcción posee elementos y materiales inevitables. Conocerlos nos permitirá comprender mejor el proceso y adecuarnos a los gastos, tiempos de espera, y detalles específicos de este gran momento que es el de la construcción de nuestra vivienda.
Los bloques de hormigón son piezas premoldeadas de hormigón, mayormente reforzado y mezclado con mortero y áridos pequeños, conformado por celdas de delgadas paredes que le confieren una resistencia absoluta y una flexibilidad acorde a diversos tipos de terreno. Es un excelente aislante en los cimientos y, ya que son premoldeadas en fábrica, aceleran la formación de estructuras grandes, minimizando el tiempo de secado y fraguado.
Las viguetas pretensadas son otro tipo de elemento de hormigón que, en su fabricación, es sometido a tensiones de compresión y reforzados con armaduras de acero para mayor resistencia. Es una pieza forjada y sumamente resistente, que confiere entereza a las estructuras para un mejor apuntalamiento.
Por su parte, las bovedillas prefabricadas son piezas de hormigón o también de cerámica, utilizadas como partes de entrevigados con una función de encofrado perdido. Se las puede utilizar también en las uniones de las viguetas pretensadas y en los nervios de reparto, dando más resistencia y adecuación al terreno a la obra.
Los mármoles no están presentes en todas las obras, y se reservan mayormente para revestimiento y acabado de diversas superficies, incluyendo pisos, alacenas, escalones y también muros o columnas. Utilizados en la obra pueden dar mayor firmeza, al tiempo que aislación, aunque pueden resultar fríos al tacto y son de alto mantenimiento y costo.
Por otro lado, los residuos de la formación y corte de grandes piezas tienen diversos usos para las obras, incluyendo el reforzado del hormigón y como polvillo aditivo para cales, cemento tipo portland y hasta vidrios.
En lo que respecta a aceros, en las obras residenciales suele emplearse los elaborados al carbono, es decir que en su composición poseen una cantidad mayoritaria de carbono y menos de un 3% de manganeso, silicio y cobre, más resistentes y maleables para la formación de piezas específicas y de resistencia. También se utiliza aceros de baja aleación ultra resistentes, más económicos que los anteriores y que los de aleaciones convencionales, y de enorme resistencia, aunque también más pesados, no siendo adecuados para obras de altura, aunque ideales para vigas en este tipo de obras.