El yeso es uno de los materiales presentes en, prácticamente, todas las obras de construcción de nuestros tiempos, desde las comerciales hasta las residenciales, y de cualquier tamaño y envergadura. Se trata de polvo de sulfato cálcico cristalizado con moléculas de agua, además de ser un producto abundante en la naturaleza, particularmente en los depósitos de mares y lagunas.
Específicamente para la construcción podemos encontrarlo en enorme variedad, incluyendo texturas compactas, granuladas, laminares, fibrosas, incoloras y transparentes en estado puro. Sin embargo, para su preparación se le suele incorporar arcillas y hierros, que le otorgan una cierta coloración mayormente blancuzca. Tiene una enorme variedad de usos en la construcción, desde la fabricación de enlucidos hasta estucos, pavimentos, molduras, tabiques, bóvedas y muchas piezas más.
Se trata de un polvillo que, hidratado y agregado los aditivos deseados, se aplica para modelar las más diversas formas. El resultado es una pieza lisa, compacta aunque blanda, que puede colorearse o crearse con una infinidad de acabados, incluyendo:
Se las elabora con yeso rápido o de estuco, amasado y vertido en moldes prefabricados donde se deja secar y asentar. Ya que se trata de piezas susceptibles a los golpes y quiebres, las placas se refuerzan con mallas y tejidos, desde telas hasta fibras naturales como paja, cáñamo, o también alambres. Estas piezas son las más elegidas para realizar techos (cielorrasos) o divisiones internas.
También se puede modelar sobre almas de cartón corrugado y compactado, creando así piezas livianas y de fácil instalación en estructuras ya creadas. Mediante un proceso de elaboración específico también se puede modelar placas de yeso térmicas, que poseen un alma de poliestireno expandido, y son utilizadas como aislante en construcciones convencionales.
A diferencia de las placas, los bloques son piezas prefabricadas diseñadas exclusivamente para divisiones interiores, de mayor tamaño y firmeza. Se los elabora con bordes machimbrados que permiten encastrarlos unos con otros, formando así superficies más resistentes y amplias.
Placa cerámica revestida en yeso: se trata de grandes piezas cuyo núcleo está elaborado con ladrillo revestido de escayola y con testas modeladas y uniones machimbradas para encastre. Sus caras exteriores son lisas, parejas, y no requieren de otros trabajos de revestimiento.
Molduras de yeso: las hay en enorme variedad de tamaños y formas, y son también muy simples de elaborar para cada proyecto, a medida. Las prefabricadas más habituales son las lineales, los rosetones y las cornisas. Pueden fabricarse macizas o huecas, dependiendo de su sitio de colocación.