Los muros de yeso, sean placas o prensados, son susceptibles a los golpes y accidentes, y también a ciertos desgastes por humedad o por movimientos, que pueden dejarte con una nefasta consecuencia: un gran hoyo.
Por fortuna, la solución es rápida y efectiva. Aunque siempre te recomendamos confiar en la experiencia de un profesional calificado, hoy te proponemos poner manos a la obra y ser tú mismo quien repare estos huecos en las paredes de yeso, rápido y fácil.
Son las más fáciles de solucionar, pues bastará con rellenarlas con yeso preparado del tipo adecuado. Lo primero es analizar la causa del desperfecto, solucionándolo con adecuación (en especial si el daño fuese ocasionado por fugas de agua u otros similares).
Una vez remendado todo problema, simplemente procede a preparar la mezcla de yeso y aplicarla con espátula sobre la superficie limpia y seca. Deja asentar y secar, y repasa con lija para aplicar la pintura. El muro quedará como nuevo.
Para perforaciones o roturas mayores, la solución es aplicar placas de yeso de refuerzo, que rellenarán la zona faltante de una manera mucho más adecuada que la de colocar mezcla.
Una vez reparada la raíz del problema, toma las medidas del desperfecto, calculando un cierto excedente por los cuatro lados, y adquiere una placa de yeso compacto que se adecue a esas dimensiones. Luego, prepara tus materiales, en cantidades adecuadas de acuerdo a las tareas por realizar. Estos incluyen tornillos para paneles de yeso de rosca gruesa (no menores a los 2,5 cm de largo), mezcla de yeso rápida y espátula, compuesto para juntas de paneles, una escuadra, una sierra o trincheta (para dividir el panel o hacerle la forma necesaria), papel y taco para lijar, bloques de soporte de madera, sellador o imprimador, y la pintura adecuada al resto del muro.
Prepara la zona del daño retirando las partes sueltas y dejándola limpia y seca. En perforaciones pequeñas, podrás colocar cinta de malla metálica para cubrir el hoyo y poder aplicar los compuestos, mientras que las perforaciones mayores a 20 cm deberán ser desbaratadas para lograr bordes definidos en los que se pueda aplicar el parche de yeso. Utiliza la escuadra y la trincheta para copiar las dimensiones del parche necesario en la placa del yeso, y córtalo a la medida por el lado posterior. Si fuera necesario, lija los contornos tanto del hoyo como del parche, para un calce más adecuado.
Instala los bloques de soporte de madera dentro del hoyo, en los que se apoyará el parche, calculando su posición a partir del grosor del bloque de yeso que utilizarás a modo de parche, de modo de tenerlo a nivel. Luego, acomódalo bien y fíjalo en su sitio utilizando los tornillos en las cuatro esquinas, más los refuerzos que fueran necesarios.
Finalmente, sólo será necesario rellenar las juntas con el compuesto o la mezcla, utilizando la espátula a presión, o bien colocando cinta y luego el compuesto de las juntas, dependiendo el caso.