Cuando defines los revestimientos del hogar debes tener en mente no sólo la estética, sino principalmente su adecuación al uso particular. El piso de la cocina, por ejemplo, debe ser extremadamente fácil de limpiar y mantener, pues es una zona que será saneada a diario para preservar la salud de todos los habitantes.
También debes tener en cuenta que es un ambiente que suele recibir humedad y grasas, por lo que debe tener propiedades antideslizantes y atérmicas.
La gran mayoría de las obras elige los cerámicos para el piso de la cocina, pues cumple con la condiciones necesarias que explicamos más arriba. Pero hoy en el mercado podrás encontrar más alternativas, modernas y de vanguardia, más económicas, fáciles de instalar y también de mantener: los pisos de vinilo.
Los pisos de vinilo son una buena alternativa para la cocina. Se aplican en baldosas o cortes sobre el contrapiso, sin mayores requisitos y de manera muy veloz. A diferencia del linóleo, que requiere de acción y técnica profesional para su correcta instalación, las placas de vinilo se pueden incorporar la obra existente, instalándose por encima del piso embaldosado actual, y también sobre tarimas de madera y hasta piedras o ladrillos.
El piso de vinilo se coloca sobre una superficie bien limpia y seca, pues posee en el reverso una capa autoadhesiva que lo fija en su sitio. Es necesario repasar toda la superficie para asegurar una perfecta fijación en toda la placa, principalmente en sus bordes, evitando así que se despeguen con el tiempo o que acumulen suciedades. Hoy se ha incorporado a este revestimiento una propiedad muy práctica: el encastre lateral entre las placas. Así, estas no sólo se adhieren al piso, sino que también se traban entre sí, imposibilitando el ingreso de líquidos y sólidos en las minúsculas intersecciones.
Los pisos vinílicos actuales pueden adquirirse en baldosas, baldosones (de mayor tamaño) y también en planchas o tablones. En algunos casos también se puede aprovechar la presentación por rollo, más adecuada para superficies extensas donde se busque reducir el tiempo necesario para la instalación, pues se aplica de manera similar a las membradas: se extiende, adhiere, y encastra con el rollo de junto.
Todas poseen una cubierta superior de protección que previene las manchas, las mantiene siempre brillantes y facilita la limpieza diaria. Son elementos flexibles y antideslizantes, atérmicos y con ciertas propiedades de aislación acústica. Por eso, son nuestra recomendación para el revestimiento de piso de la cocina de tu vivienda: calidad, adecuación y buen precio, en una infinidad de estilos disponibles.