Si estás ampliando, remodelando o construyendo tu futuro hogar, entonces conocerás las vicisitudes de los espacios de guarda. ¿Alacenas o estantes? ¿Empotrados o amurados? ¿Será suficiente el espacio de guarda? Y, fundamentalmente: ¿será práctico en su uso?
Si lo que buscas es mantener el orden y lograr ambientes prácticos y fáciles de usar, tenemos una palabra para ti: “cajones”. Son geniales, ordenados, limpios, y muy fáciles de incorporar a cualquier ambiente de la obra. Conoce algunas buenas ideas, a continuación.
En lugar de modulares o alacenas bajo y sobre mesada (debajo de la tabla o en altura), y ya sea en muebles amurados o empotrados, aprovecha los cajones con guías de deslizamiento. Hay quienes piensan que estos restan espacio, cuando en verdad sucede todo lo contrario: crear cajones en los muebles de guarda de la cocina te permite individualizar los utensilios de los condimentos, ingredientes, elementos de limpieza y mucho más.
Ya no más el tener las grandes ollas junto al jabón para la vajilla: crea cajones a la medida, en los que puedas acomodar fácilmente las ollas y sus tapas, los vasos sobre soportes verticales para que no se muevan ni golpeen entre sí, y divisiones fáciles para que cada cosa quede siempre en su lugar. ¿Cómo lo logras?. Practica perforaciones pasantes en la base de los cajones, marcándolas a la medida, e inserta allí una varilla de madera simple o cubierta con silicona o goma para crear una cierta protección. Podrás fijarlas simplemente con cola blanca, o con grampas desde la cara inferior y exterior de cada cajón.
Los cajones, en lugar de los estantes y barras de perchas, te ayudan a mantener separadas las prendas, por ejemplo las de verano y las de invierno, las playeras de las musculosas, los vestidos de los pantalones. Puedes crearlas a medida, recubriéndolas por dentro con papel de pared o papel adhesivo para evitar astillas.
También las prendas quedarán más protegidas del polvillo, de insectos y de los malos aromas del ambiente, como el humo del cigarrillo o los aromas de la cocina, en caso de olvidar la puerta abierta. También evitarás los problemas de humedad, pues puedes colocar paquetes de gel secante en cada cajón, creando un microclima adecuado.