Finalizada la construcción de la escalera, o bien el despojo de viejos acabados en un proyecto de remodelación, solemos encontrarnos con la dificultad de lograr una estructura segura, funcional y también estética.
Aquí te proponemos algunas ideas simples y muy efectivas para renovar la escalera, sea cual fuere su diseño y material.
En este caso lo que tienes que hacer es aplicar removedor y lijar, para retirar pinturas y barnices. Luego, una o dos capas de pintura bastará para devolverle el esplendor a la escalera, asegurando un acceso alternativo a la planta alta, pues el secado puede demorar. Para dar encanto puedes pintar los contraescalones en colores contrastantes a los de los peldaños (usando los dos tonos principales de la habitación), o bien los contraescalones del color del muro y los peldaños en uno o más colores, todos los que quieras, siguiendo un patrón o libremente.
Un aspecto bien elegante se logra simplemente con barniz tonalizado. Calcula la cantidad necesaria y, ya lijada la madera, aplica una capa en el peldaño superior. Agrega unas gotas de tonalizador al barniz (para oscurecerlo, no aportarle el color que le daría la pintura), y pinta el segundo. Repite, agregando una gotas de tonalizador, para hacer un gradiente de colores sobre el mismo material: lograrás una escalera en degradado, con las vetas de la madera a la vista y en un look muy llamativo, casi sin gastos agregados.
Estas son algo más intrincadas, pero igualmente aptas para renovarlas. Lija o pule todo el metal para restaurar su belleza, y aplica pintura de esmalte sintético con convertidor de óxido en el tono deseado (si no encuentras el color que quieres, aplica convertidor en la capa inferior, y pintura de esmalte sintético por encima). En estas escalinatas no suele adecuarse bien las técnicas decorativas clásicas –como alfombras, cartapestas, pinturas-, pero puedes adaptar peldaños de maderas laqueada en chapas finas, o barandales que entremezclen el frío del metal con la calidez de la madera.
Aplica el revestimiento que prefieras, aprovechando los pisos autoadhesivos resistentes de corcho, linóleo o vinilo. También puedes colocar tablas de madera, madera laqueada y hasta parquet laminado simple.
Un modo bien fácil de dar el acabado a la escalera, sin problemas, es colocar alfombra de cobertura total. Mide y corta el rollo a lo ancho, y fíjala sobre la tapa del escalón superior con una guía de fijación que la mantenga en su sitio. Acomoda la alfombra sobre el peldaño y el contrapeldaño, fijando otra guía de sujeción en el ángulo de cada contrapeldaño con el escalón inferior. Sigue haciéndolo hasta llegar a la base del contrapeldaño inferior.
Puedes dejarla alfombrada simple, colocando zócalos decorativos en los bordes, o colocar una alfombrilla central (un tercio del ancho de la escalera, no más) fijando en las partes superior e inferior de la escalera, de modo de poder retirarla para asearla, o fijarla con adhesivos a la alfombra inferior.
Recuerda que hasta la escalera más simple puede renovarse en minutos con papeles de contacto o autoadhesivos decorativos, técnicas de pintura decorativa, cartapesta de hojas de libros en desuso, y también con hilos de luz que recorran el lateral de los peldaños. Adecua la escalera a la decoración, dejándola como tarea final de la habitación, pues es un elemento de enorme versatilidad en lo que respecta al acabado y revestimiento.
Recuerda: Sea cual fuere la técnica elegida, sólo procura que la superficie cumpla con las condiciones de seguridad, incluyendo buena iluminación, barandal para facilitar el uso, y una superficie antideslizante en la tapa de los peldaños.
