Golpes, daños, el mismo paso del tiempo pueden provocar que las uniones de mortero se dañen, pero por fortuna hay una simple solución.
Para hacer esta reparación necesitas rasear las uniones de mortero, para que sigan soportando con óptimos resultados el peso de compresión de muros y tabiques. Para lograrlo, sigue este paso a paso detallado, trabaja con paciencia y con atención a los detalles, para asegurar una perfecta adhesión del mortero nuevo al existente, y realizar un reaseo eficiente.
Para hacer una reparación del mortero, o “reaseo”, necesitas varios materiales y elementos:
El primer paso es limpiar la zona a reparar, retirando el excedente del mortero actual y quitando parte del adyacente a la rotura, para asegurar una superficie mordiente para el trabajo. Para ello, deberás cincelar las uniones, taladrar o cortar la sierra de disco, como prefieras y tengas más experiencia en el trabajo. Rebaja el mortero existente en 1’’/2.5cm, cincelando directamente al interior y nunca hacia el tabique, pues podrías romperlo. En caso de usar la sierra, corta a lo largo de la línea del mortero, y luego cincela hacia el interior del mismo.
El segundo paso es mezclar la preparación, agregando el pigmento que fuera necesario. En la actualidad, la mezcla del mortero (arena y cemento de mampostería, con agua) puede adquirirse lista para hidratar, lo que resulta por demás práctico, pero carece de las mismas propiedades que la mampostería en construcciones añosas. En caso de que la estructura a reparar sea antigua, es conveniente realizar la mezcla uno mismo, reduciendo la cantidad de cemento de mampostería. Agrega a la mezcla de mortero el líquido aglutinante para elevar la adhesión del raseo, previniendo o reduciendo la posibilidad de roturas y quiebres. Cuando el mortero adquiera una consistencia pastosa algo espesa, estará listo.
El tercer paso consiste en colocar la mezcla de mortero para el raseo. Toma cantidades reducidas y deposítala en la frata, colócala posada al muro justo por debajo de la zona a reparar, para luego ir tomando de allí con la cuchara y depositando en movimientos certeros a la zona a rasear, procurando impactarlo. Rellena la zona con el mortero espeso pero no grumoso, limpiando de inmediato los depósitos que queden sobre la cara del tabique y todo excedente.
El cuarto paso es revisar el secado del mortero. Cuando notes que comienza a endurecerse, golpéalo con la cuchara o la espátula para asegurar una buena adhesión, colocando el relleno extra que consideres necesario.
El quinto y último paso es mantener la reparación raseada constantemente húmeda, para evitar que al fraguar o secar el mortero se resquebraje. Debes asegurarte de humedecer constantemente, pulverizando generosamente con agua, por 3 a 4 días, y mantén la zona reparada cubierta con papel plástico para ayudar a retener la humedad.
Con estos cinco pasos, fáciles aunque algo laboriosos, podrás rasear uniones de mortero fácilmente, y asegurar la aislación y fortaleza de tus estructuras.