La loza radiante, o piso radiante, es una genial solución de estética y climatización para los ambientes del hogar. Su costo de instalación es algo mayor que el de otros revestimientos y sistemas independientes, pero ciertamente se reduce el de mantenimiento y uso en el hogar, una vez habitado.
Aquí te contamos algunos detalles útiles sobre el piso radiante, que seguro querrás integrar a tu proyecto de construcción.
El piso radiante es un sistema mecánico de calefacción por caldera y agua, que describe un sistema de tuberías flexibles que se acomodan por debajo de un piso flotante desde el momento de construcción de la vivienda, aunque bien puede adaptarse más adelante. Es de gran economía en el costo de uso, pues produce una distribución de la climatización por mucho más eficiente respecto de los sistemas tradicionales.
Un flujo de agua es calentado en una caldera, mayormente a gas, pero también pudiendo ser eléctrica o hasta solar, y es luego empujado mediante las tuberías en un recorrido estratégicamente diseñado. Al pasar el agua caliente se emite calor, que se contagia al piso flotante, y termina por irradiarse desde el piso. Gracias a los materiales utilizados en el piso flotante, este no se eleva demasiado en la temperatura sino que se puede transitar sobre él incluso a pies descalzos, climatizando el ambiente sin poner a riesgo a los habitantes de la vivienda.
Además, el agua que circula por las tuberías suele tener una temperatura nunca superior a los 45°C (a diferencia de los 90°C habituales del agua de las tuberías de radiadores y sistemas de calefacción centralizada), por lo que incluso ante desperfectos no hay riesgos de quemaduras para los habitantes.
Además de lograr una climatización pareja y estable en los ambientes, hay muchas ventajas respecto de la practicidad y salud de sistema. Su mantenimiento, primero, es muy sencillo y bastará una revisión anual para que funcione siempre a punto. También se evita que se reseque el aire, la acumulación de polvillo en ventila o radiadores, como suele ocurrir en otros sistemas, y tampoco emite vapores, gases ni hollín que pudieran representar un problema para la salud.
Al tratarse de un sistema estanco, no a la vista, no hay peligro de acumulación de suciedad, ácaros, alérgenos ni otros asociados a los métodos tradicionales de calefacción. Es el sistema de climatización más recomendado para hogares con niños o personas enfermas o sensibles, así como nurserías, salas de convalecencia, habitaciones de ancianos y personas con sensibilidad alérgica, y otras.
Tampoco provoca corrientes de aire y el calor se emite desde el nivel del suelo, donde es más necesario, a diferencia de los otros sistemas cuyas fuentes de climatización se ubican a 1 metro o más de altura desde el suelo. También puede hacerse circular agua fría por las tuberías, manteniendo los pisos frescos en la época de verano, lo que hace que este sistema sea simplemente sensacional. Al ubicarse por debajo del suelo no tendrás feos radiadores o calefactores alterando la estética de tu hogar, ni rendijas o ventilas que fomenten la acumulación de suciedades e insectos. Con tanta practicidad, seguro querrás considerar a la loza radiante como el sistema de climatización para tu proyecto, ¡y con buenas razones!