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Tipos de placas de cocción
Tipos de placas de cocción para instalar en una vivienda
Toca el turno de diseñar la cocina para la residencia, y necesitas tomar algunas decisiones desde hoy. Aunque bien podrías solo instalar los sistemas y dejar los espacios estandarizados para la futura instalación de hornos, cocinas y placas de cocción, conocerlas desde el momento del diseño te ayudará a crear un plano mucho más estético.
El tema es bastante extenso si hablamos de la posibilidades en lo que respecta a los sistemas de cocción. En general, se opta por la instalación conjunta de hornos y quemadores, en una misma unidad fácil de movilizar e instalar. Pero en una cocina mucho más compleja y elegante, la tendencia es separar el horno por un lado, y las placas por otro, dando así más practicidad a la cocina.
Recuerda que las placas deben instalarse sobre-mesada, es decir, al nivel de la encimera en todos los casos, para ser seguras y cumplir no sólo con la practicidad, sino con las reglamentaciones. Los hornos, en cambio, pueden instalarse bajo-mesada o en altura, a tu gusto. Los quemadores también pueden instalarse en la encimera lateral o en islas centrales, y se recomienda procurar instalarlas lejos de las fuentes de agua (como el fregadero) y de electrodomésticos fijos (como el refrigerador).
Tal vez las más habituales sean las placas de gas, con llama a la vista y un nivel superior y estable de calor. Aunque pueden ser inseguras con una mala instalación o por no contar con termocuplas que corten el abastecimiento cuando aires o líquidos apagaran el fuego, lo cierto es que son de las más elegidas por su cocción más rápida, su versatilidad (los quemadores suelen ser de distintos tamaños, y todos tienen regulación de la llama) y por ser capaces de dar calor parejo a la base y los lados de utensilios de cocina, por el propio comportamiento del fuego vivo. En ellas se puede cocinar con casi cualquier material no sensible al fuego directo, son placas más económicas y requieren de una mínima tecnología, y su limpieza es fácil, aunque debe hacerse frecuentemente. Como inconveniente sólo se menciona la seguridad, pues se cocina con llamas vivas que podrían incendiar alcoholes, géneros, ingredientes secos y otros, además de lo mencionado arriba.
Otras de las placas más usadas, por su estética moderna y su apariencia impecable, son las de vitrocerámica. En ellas, el sector de cocción es bien delimitado, y el calor asciende en línea recta sobre la zona de temperatura. Son ideales para cocinar con elementos pequeños, o con utensilios de base gruesa (no funcionan del todo bien en discos o woks, que requieren también de calor por los lados). Su limpieza es muy fácil, no hay riesgo de incendios, y son algo más costosas que las primeras. Se las puede conseguir en cuatro modelos principales (radiantes, rápidas, halógenas o de inducción), y en gran variedad de colores y modelos. Por otro lado, cuentan con un sistema de seguridad que permite tocar los puntos de cocción ni bien hayan sido “apagados”, sin quemar la piel. Como desventaja, la superficie puede rayarse por el arrastre de los utensilios, que también pueden golpearla y romperla.
Las placas de inducción son un ejemplo del avance en las tecnologías de cocción. Estas superficies planas, cómodas para trabajar y que soportan buen peso, son rápidas, mucho más eficientes en el uso de los recursos, y también son muy seguras. El calor no se produce por gas ni por resistencias eléctricas, sino por inducción magnética rápida de regular, que no se transmite a otros puntos de la placa, y que se enfría automáticamente al cortarse el funcionamiento (por ejemplo, al quitar el elemento de cocción metálico que permite la inducción, o al derramarse un líquido, incluso al detectarse piel en la placa). Son fáciles de limpiar y resistentes al uso, pero requieren de elementos de cocción específicos para permitir el funcionamiento (debe ser un material ferromagnético, y no se puede cocinar con vidrio, cerámica, aluminio, siliconas u otros).
Hoy la tendencia está en combinar las placas de cocina para poder hacer un uso más eficiente en cada caso. Para ello se opta por los paneles de uno o dos quemadores por sistema, ubicándose en conjunto o por separado, por ejemplo, las de gas en la encimera lateral, y las de inducción y vitrocerámica, más vistosas y aptas para usarse como mesa de apoyo, en islas centrales, o una única placa lateral compuesta por dos placas de vitrocerámica y dos de inducción, pudiendo así usar más utensilios de cocción en cada caso.
