Creando un taller en casa
Si adoras tus proyectos de construcción, o si eres un fanático del Hazlo Tú Mismo (el tan presente DIY), entonces seguramente tienes todo tipo de herramientas y utensilios para cada uno de los pasos a seguir. Pero no basta con tenerlos en una caja completa, improvisando mesas de trabajo por todo el hogar: ahora que estás remodelando, o que te sientes inspirado para darle un toque extra a tu hogar, te proponemos crear tu propio taller. Aprende algunas sugerencias y sitios que podrás convertir en tu nuevo santuario.
Propuestas de ambientes para hacer tu taller
- El ático. Esta zona normalmente se reserva para el guardado de los objetos fuera de uso. Instalando estantería y cajas contenedoras, incluyendo unas con guías en muros y techos, podrás reutilizar el espacio organizando un apartado de guarda, y una mesa de trabajo. Ya que este ambiente suele ser reducido, lo mejor es aprovechar la altura de los muros para colocar paneles que sujeten las herramientas, sin ganar espacio hacia el frente. Asegúrate de instalar placas de aislación de ruido y un sistema de ventilación adecuado, para poder hacer allí todo tipo de trabajos.
- El sótano. Similar a la propuesta anterior, el sótano puede ser reorganizado para mantener el espacio de guarda y las maquinarias usualmente presentes, al tiempo que puedes convertirlo en un taller de trabajo fácilmente. El sótano suele ser más espacioso que el ático, por lo que el sistema de guarda de herramientas puede combinar el espacio frontal y los paneles en los muros. En este caso, además de la aislación acústica y el sistema de ventilación, probablemente necesitarás aumentar la potencia lumínica, pues pocos sótanos poseen suficiente luz natural, aunque siempre puedes instalar tragaluces para habitaciones sin salida al exterior.
- Una habitación. Si tienes una habitación fuera de uso, puedes convertirla en un taller mucho más espacioso. La iluminación no debiera ser un problema, al igual que la ventilación, pero probablemente necesitarás instalar paneles de aislación acústica y reformular el revestimiento del suelo para lograr una superficie antideslizante y resistente a la suciedad. En este caso dispondrás de un espacio mucho mayor, lo que te dará más versatilidad a la hora de elegir mesas de trabajo, maquinarias y muebles.
- El garaje. El garaje o la cochera son el sitio más popularmente elegido para hacer un taller de trabajo. Ya que normalmente debemos compartir su uso con el de guarda del coche y de objetos, lo mejor será ampliar el espacio aprovechando la altura del techo instalando guardas en cajas con guías. También puedes disponer placas en los muros para tener tus herramientas, y hasta lograr mesas de trabajo rebatibles o tableros con caballetes de soporte, que armes cuando vayas a usarlo y puedas quitar para guardar el coche.
- En el jardín. Si tienes espacio suficiente puedes hacer un taller muy completo y espacioso. Pero si tienes sólo un jardín pequeño, la mejor solución es montar un gabinete de guardado, un pequeño depósito pre-ensamblado que resguarde tus herramientas y que puedas utilizar en labores pequeñas. Un tablero con caballetes que colocas en el jardín puede ser una buena mesa de trabajo, y para el resguardo del sol o de la lluvia (aunque recuerda que no es buena idea trabajar con lluvia en, prácticamente, cualquier proyecto), puedes colocar un toldo simple, rebatible o desplegable, según lo permita el espacio.
Son muchos los espacios que puedes reutilizar como tu propio taller de trabajo. Con algo de planificación y aprovechando la altura y los muros, podrás dividir los usos de cada ambiente para tener un taller de trabajo seguro y adecuado, y darle rienda suelta a tus creaciones y proyectos para mejorar tu hogar, cada día un poco más.