Instalar molduras en los muros, donde se encuentra la pared y el techo, puede ser una solución decorativa fenomenal. Pero sobre todo, es la manera más práctica de colocar cables y tubos “a la vista” en cuanto se hallen fuera de la estructura, pero ocultos detrás de las molduras decorativas.
Hoy sumamos una función más a estos elementos decorativos: además de permitir el paso de cables y tuberías sin ser vistos, y de crear un punto decorativo en la habitación, también protegerán la estructura del roce, golpes y otros daños habituales.
En el comedor, por ejemplo, la molduras de protección serán un gran agregado que dará belleza y durabilidad, custodiando al revestimiento de pared del golpe de respaldares de las sillas, el arrimo de muebles y utensilios posados sobre ellos, y más. También en el cuarto de juegos o en el dormitorio de los más pequeños, donde los muros suelen quedar susceptibles al roce de las manos, patadas, pelotazos, rayones, etc.
A diferencia de la que se ubican en la unión entre el muro y el techo, la moldura de protección no posee esa característica forma cuasi triangular que permite acomodarla a la perfección en dos planos perpendiculares. En cambio, son planas, similares a cenefa comunes, aunque dependiendo del estilo que busques también podrías conseguirlas en otros formatos.
Por ejemplo, podrías instalar molduras comunes (las de forma triangular) a la altura de la protección del muro, a modo de cenefa, para lograr una división vertical en la pared, impedir el roce de sillas, muebles y manos –u otros-, y también procurar una suerte de pequeño anaquel o estante que recorra el muro. Esto sería una solución decorativa, pero debes asegurarte de elegir una moldura muy resistente, pues las de materiales livianos no están elaboradas para resistir golpes y presión.
1) Libera la habitación en la que vayas a instalar las molduras de protección, para trabajar con comodidad. Cubre el piso con papel plástico o periódico, y limpia la pared para quitar suciedad y polvillo.
2) Mide la altura a la que vayas a instalar la moldura, dependiendo de lo que intentes lograr (la altura del respaldo de las sillas o sillones, etc); la media general es de 80 centímetros (31-32 pulgadas), pero dependerá de tus muebles e intenciones. Mide también el largo exacto de los muros, para poder adquirir el material con precisión.
3) Con las medidas listas, compra la moldura de protección que quieras. En las tiendas las encontrarás en bloques planos y también de corte angulado para las esquinas, aunque puedes hacer tus propios cortes para aprovechar al máximo el material.
4) Prepara las molduras haciendo los cortes, y preséntalas en el muro usando cinta adhesiva para asegurarte de que tienes el material adecuado. Usando un nivel de burbuja y una tiza, marca la línea horizontal en la pared (luego podrás quitarla sólo limpiando en seco), y también las perforaciones que necesites hacer, marcando con un lápiz que pase por las perforaciones de la moldura.
5) Usando el taladro con una broca adecuada, haz las perforaciones en el muro, y coloca los tacos plásticos. Si fuera necesario, haz también las perforaciones en las molduras.
6) Para dar mayor seguridad y fijación, pon algunos puntos de adhesivo multi propósito en el dorso de las molduras, y comienza a fijarlas al muro –comenzando desde la esquina- con tornillos adecuados.
7) Usando rellenador de maderas, enduido o el material más apropiado según la clase de moldura elegida, rellena las perforaciones por las que pasaron los tornillos. Deja secar a la perfección, y lija para dar una buena terminación.
8) Cubre el muro por arriba y por debajo de las molduras usando cinta adhesiva de bajo contacto (de papel, de pintor). Esto también te ayudará a quitar la tiza de la marca del muro. Aplica una mano de fijador sellador al agua, deja secar, y luego pinta usando acrílicos o látex de interior, en el tono deseado, y dejando secar muy bien entre las capas.
9) Quita las cintas adhesivas mientras se seca la última capa de pintura, deja secar muy bien, y termina de limpiar el muro de la tiza.
Sólo resta disfrutar de tus molduras de protección, que prolongarán la estética y la seguridad de tus paredes, muy fácil y en poco tiempo de trabajo.