La pavimentación de tránsito peatonal y vehicular puede ser un verdadero dolor de cabeza cuando eliges los materiales inadecuados. En respuesta a muchos pedidos, aparece en el mercado el concreto modelado: placas de material reforzado, en inmensidad de alternativas desde lo estético, que simplemente se acomodan sobre la zona para crear senderos, ingreso peatonales y vehiculares, garajes abiertos, patios, decks o casi cualquier zona abierta de tránsito.
Tienes dos posibilidades en lo que respecta a la pavimentación de concreto modelado: hacerlo in situ, o usar el pre modelado. El segundo se describe en lozas (baldosones, piezas) que se elaboran en arcos, con diferentes pigmentos, formas y tamaños, y simplemente se posan sobre el suelo en la zona a lograr para crear diseños llamativos, resistentes y versátiles.
Por otro lado, el concreto modelado in situ se prepara amasando y vertiendo en moldes en la zona a instalar. Es una opción más lenta y menos práctica, pero puede ser más adecuada si buscas hacer una pavimentación especial, en zonas difíciles o mucho más personalizada. Ya que el amasado se realiza en la obra, se puede lograr pigmentaciones especiales, estampar el concreto en el molde, y adecuar a diversas alturas y formas a tu gusto, a diferencia del pre modelado que simplemente se coloca en el suelo y no se puede modificar en tamaño o forma.
Una de las principales ventajas es la practicidad de su instalación. Basta con nivelar el suelo y colocar una delgada capa de arena para fijar los bloques fácilmente, rellenando las juntas con gravilla, tierra de cultivo o dejándolas a la vista. En superficies de material, puedes instalar los bloques también sobre arena o sobre gravilla fina, o incluso posarlas en el suelo sin más. Por su peso, es difícil que se muevan (aunque siempre es mejor prevenir que lamentar).
Estos bloques son económicos, hay muchas opciones de acabados, colores y formas, y son también altamente resistentes. Si los instalas en suelos bien nivelados, tendrán una transitabilidad impecable. También tienen buen drenaje a través de las juntas y, dependiendo de su amasado, pueden ser permeables para adecuarlos a climas lluviosos sin interrumpir su tránsito.
Como contras, sólo se puede mencionar la posibilidad de fracturas por una mala instalación o por el tránsito de peso (como el vehicular), y el costo mayor que tendrán los bloques pre modelados con colores o acabados personalizados. Dependiendo de su uso y del desgaste climático, pueden requerir hasta dos mantenimientos anuales, y también en consideración de la estética elegida.